La fuerza compaña.
Tras comprar Lucasfilm hace un par de años, Disney se aseguró de dos cosas: que haya una nueva trilogía de Star Wars y que George Lucas no tenga nada que ver con ella. Luego de ver lo que éste había hecho con Indiana Jones IV, los creativos del mega-estudio prefirieron mantenerlo lejos, y en buena hora. Contrataron, en cambio, al quizás máximo heredero inspiracional de Steven Spielbierg, J.J. Abrams, quien ya había demostrado con el relanzamiento de Star Trek que la reedición del cine de culto no es una camiseta que le quede grande.
The force awakens cumple su cometido, como propuesta de ciencia ficción y también como la digna continuación que merecen los fans. Paradójicamente, Abrams fue más respetuoso de la trilogía original que su propio creador hace más de una década atrás, y minimizó la edición digital en pos de la escenografía, el maquillaje y el vestuario, lo que le otorga a esta nueva entrega de la saga cierta familiaridad. Pero lo mejor de la propuesta está, para mi gusto, en lo bien que ha sido compuesta la historia. Star Wars siempre fue más acerca de su mística argumental que de rayos surcando el espacio, y el director supo captar eso, como director y seguramente también como fan. Hay un desarrollo impecable de la trama y sus protagonistas, lo que facilita la transición entre El Regreso del Jedi y esta nueva trilogía en la saga. Está presente, también, ese espíritu de telenovela tan característico de los 3 episodios originales.
El nuevo capítulo de la saga de ciencia ficción más taquillera de la historia no defrauda, gracias al enorme compromiso que Disney ya había evidenciado en la última Tron. Pese a lo que muchos creían, ha sido un milagro que éste haya comprado Lucasfilm, rescatando de los delirios destructivas de Lucas a uno de los máximos hitos de la historia de la ciencia ficción. Esperemos que puedan hacer lo mismo con Indiana Jones.