¡Emoción y nostalgia pura! Esa es una buena manera de arrancar para analizar Star Wars: El Despertar de la Fuerza.
Primero voy a hablar de la nostalgia porque se aplica en todo. No solo a nivel historia y narrativo (hay un gran correlato en estructura entre este estreno y Una Nueva Esperanza, 1977) sino también en la manera en la cual está filmada.
Ojo que J.J. Abrams sigue manteniendo su sello pero aquí evoca mucho a la identidad de la trilogía original.
Por suerte quedaron atrás los grandes excesos de CGI de la trilogía precuela y se le vuelve a abrir el camino a los efector prácticos (los viejos VFX pero modernizados) incluso con marionetas.
No puedo hablar mucho de la historia más allá de lo que se ve en los trailers porque todo es un gran spoiler. Solo voy a decir que hay giros y contragiros que no solo sorprenden sino que incluso pueden hacer gritar y hasta llorar si uno es fan.
Si puedo hablar de los personajes, todos maravillosos, y voy a comenzar con Rey, quien por lejos se roba la película.
Daisy Ridley hace un trabajo excelente y se va a comprar a todos, definitivamente ya es parte del mito Star Wars. Hay muchísimo más para decir sobre ella pero no se puede…
John Boyega es otra gran adquisición para esta franquicia, le da una gran frescura a todo y tiene intervenciones geniales, tanto dramáticas como cómicas.
Poe Dameron, el gran nuevo héroe interpretado por el siempre genial Oscar Isaac, también tiene peso y marca la diversidad de estos tres personajes, todos muy diferentes entre sí, pero ensamblados.
Del resto de los nuevos no puedo hablar así que llega el turno de tirarle todas las flores posibles a Harrison Ford. Es increíble que con más de 70 años se encuentre en ese estado y que su Han Solo siga más que vigente en su persona.
La dupla con Chewie sigue intacta y sus comentarios y “one-liners” hacen reír mucho y hacernos sentir “como en casa”.
Y todo es emoción cuando lo vemos en pantalla junto a Carrie Fisher, su Leia (ahora General y no más Princesa) tiene una gran presencia pero por sobretodo una carga emotiva descomunal.
Otro que se roba la película es el robot BB8, es como un redoble a R2D2 y C3PO con toques que por momentos me hicieron acordar a Wall-E.
Estos maravillosos personajes y los no nombrados son el primer ladrillo en este universo que acaba de dar vuelta la página para escribir un nuevo capítulo y las cosas no podrían ser mejores.
Ahora bien, muchos se preguntan si ésta es la mejor película de la saga y la verdad que si no lo es le pega en el palo junto a El imperio contraataca (1980), y eso es decir mucho.
Se recobró el mito, J.J. Abrams y equipo lo lograron y tenemos que estar muy agradecidos.
Por momentos vemos verdadero cine, hay algunos planos que son impresionantes, por momentos la música es arrolladora y por momentos los diálogos son geniales. Pero en todo momento la mística está en lo más alto, con lo que nos muestran y con lo que no, todo bien unido por La Fuerza en este gran Despertar…
Prepárense para delirar a lo grande porque este estreno es, sin lugar a dudas, uno de los mejores de la década.