(Anti) crítica de Star Wars.
Se apagan las luces, suena la música de John Williams y aparece el logo de Star Wars en pantalla. Ese es el momento en el que te entregás a la historia y dejás que suceda. Por eso hacer una crítica sobre Star Wars: Episodio VIII – Los últimos Jedi es inútil.
La cosa es simple. Hay dos tipos de personas: los fans acérrimos de Star Wars y los demás. Yo pertenezco al segundo grupo. Lo positivo de eso, en principio, sería que puedo verla con más distancia, sin estar bajo efectos de enamoramiento incondicional. Eso pensaba. Porque apenas empezó, me rendí ante la grandeza de Star Wars. Como hecho cultural, sí, porque esta saga viene siendo vista por millones desde hace 40 años y si eso no es historia y cultura pop, no sé que es.
Mientras escribo esto, las críticas a Star Wars: Episodio VIII – Los últimos Jedi se multiplican a la velocidad de la luz en blogs, páginas, posteos de Instagram, Twitter y hasta videos de YouTube. Del mismo modo se simplifican en números promedios en otros portales. Y nada de eso hará que vos, fanático de Star Wars, cambies tu opinión sobre si ir o no a ver el octavo episodio. Y si nunca viste la saga, ¿vas a debutar con la octava parte? Antes te espera una linda maratón de películas. Pero, claro, así como algunas críticas sirven para decidirse a ver o no una película, otra veces las leemos para ver si coinciden o no con nuestra opinión.
Bueno, amiga, ¿y tu crítica? Ok, si insistís…
Star Wars: Episodio VIII – Los últimos Jedi y la nostalgia
Parada frente a un cacho de historia, me tomo el atrevimiento de decir que Star Wars: Episodio VIII – Los últimos Jedi es una película épica y nostálgica. Sobre todo, nostálgica. Desde el vamos, la tercera trilogía nace con ese espíritu. No solo esa premisa de “qué fue de ellos…”, sino también por su triunfal retorno. Ver, casi cuatro décadas más tarde, a Harrison Ford, Carrie Fisher y Mark Hamill de nuevo juntos no pasa. Los personajes no vuelven nunca después de tanto tiempo. Lo más parecido que me viene a la cabeza son las películas de Truffaut siguiendo a su querido Antoine Doinel, pero aún en ese caso la brecha de años fue mucho más corta.
A esto, Star Wars: Episodio VIII – Los últimos Jedi le suma un ingrediente extra en cuanto a nostalgia: la muerte de Carrie Fisher. Porque cada vez que aparece en pantalla, te genera un no sé qué. Lo definitivo y eterno se mezclan en esa Princesa Leia.
El título, incluso, “los últimos Jedi”, tiene algo de sabor amargo, a final… a nostalgia.
Después, está todo lo demás. Los droides y animalitos adorables están a la orden del día. La película tiene buen ritmo y aunque no es por completo vertiginosa, no aburre nunca.
Star Wars: Episodio VIII – Los últimos Jedi comienza en el punto exacto donde termino el episodio 7: con Rey buscando a Luke Skywalker en su lugar de retiro. Será él quien entregue los mejores momentos de la película. Será él quien se robe los aplausos y las risas. Y no será por la nostalgia, sino porque le han dado las mejores partes.
¿Qué te puedo decir? ¿Qué la música de John Williams sigue siendo prodigiosa? Por supuesto.
Lo que me encanta de Los últimos Jedi
Dejando la objetividad de lado y conteniéndome los spoilers (es que analizar esta película sin largar prenda, viste, es difícil) te puedo decir que me encanta Adam Driver. No me canso de verlo una y otra vez en un año que lo tuvo en un montón de películas. Me encanta el girl power de Star Wars: Episodio VIII – Los últimos Jedi. Me gusta el mensaje político de la Princesa Leia al piloto que interpreta Oscar Isaac. Amo cuando se sacan las caretas (bueno, las máscaras, pero quería que sonara a Polino 😛 ). Y, a vos, ¿qué te encanta de Star Wars?
Puntaje: 9/10
Título original: Star Wars: The Last Jedi
Duración: 152 minutos
País: Estados Unidos
Año: 2017