La Resistencia se encuentra al borde de la derrota, con la Primera Orden a punto de dar el golpe final. Todo depende de Finn y su nueva compañera, quienes deben encontrar a un programador para hackear una nave enemiga y darle una posibilidad de escape a la Resistencia. Mientras, Rey deberá por todos los medios traer de nuevo a la civilización a Luke, para que ayude a los aliados y traer esperanza a la gente que es oprimida por el Líder Supremo Snoke.
Después del obvio éxito pero regular cinta que resultó ser El despertar de la fuerza, mucho se especulaba con que si la segunda entrega de esta nueva trilogía, se iba a parecer a El Imperio contraataca, así como la anterior cinta se asemejaba a Una nueva esperanza. Bueno, podemos decirle que por suerte no calcaron aquella mítica película, pero que el fanservice está más a pleno que nunca en Star Wars.
Sabemos que a los fans mas acérrimos esto les va a parecer lo mejor del mundo, pero nosotros tenemos que tratar de ser objetivos, y decir que si bien alguna referencia u homenaje siempre es bien recibido, cuando ya se explota el recurso de la nostalgia; empieza a restar más que a sumar. Pero eso no es lo peor de Star Wars: Episodio Vlll – Los últimos Jedi; sino que su guionista (y también director), Rian Johnson, se preocupo más en contentar a los seguidores de esta franquicia, que en intentar contar algo entretenido y bueno. Y esto nos lleva a ver lo que decimos que es lo peor de la película: el abuso del deus ex machina.
Para los que no saben que es esto, les decimos que es un recurso (simplón) donde los protagonistas, ante una inminente muerte, son salvados por la intervención divina de un tercero. Mejor ejemplo que las águilas en El señor de los anillos, no podemos darle.
Todas las situaciones de peligro de Rey, Finn, Poe y demás héroes, serán solucionadas con la intervención de otro personaje, restándole emoción a medida que el recurso se va repitiendo. Y para peor, siempre todo acompañado de un chiste, que nos recuerda las peores películas del MCU vistas en lo que va del año.
Pero no todo es tan malo en Star Wars: Episodio Vlll – Los últimos Jedi. Tenemos quizás la mejor fotografía vista hasta el momento en todas las cintas de Star Wars, así como también un uso del CGI, que si bien se nota que está todo hecho con esta herramienta, jamás se ve falso, haciendo que el espectador nunca se desconcentre de la película debido a un mal efecto.
Como volvemos a decir, hay bastantes cosas buenas en Star Wars: Episodio Vll – Los últimos Jedi (muchas de ellas las van a descubrir ustedes mismos y por eso ni las mencionamos acá). Pero el pobre guión escrito por Johnson, así como el claro agotamiento de una saga que se siente sobreexplotada, dan como resultado una película que a los fans más apasionados les va a encantar, pero al espectador normal, le va a dejar gusto a poco.