La saga de Star Wars sigue con Los últimos jedi, el octavo episodio de la franquicia, ahora dirigida por Ryan Johnson (Looper, Brick, Los hermanos Bloom).
La historia de Star Wars: Los últimos jedi continua donde dejo El despertar de la fuerza. Rey se dirige con R2D2 y Chewabbaca a una isla donde encuentra a Luke Skywalker. Poe sigue al mando de un grupo de pilotos rebeldes bajo las ordenes de la General Leia Organa. Finn después de quedar herido tras su batalla con Kylo Ren, despierta curado de sus heridas y queriendo saber que paso con Rey. Mientras tanto la primera orden continua sus ataques contra los rebeldes, a cargo del General Hux, Kylo Ren y el Supremo Lider Snoke.
La saga de Star Wars ya era un desafió para J.J. Abrams, quien estaba a cargo de reencontrar a los míticos personajes de la saga (Luke, Leia y Han) con los sedientos fans de la misma. El despertar de la fuerza se consagró como una película bien realizada pero que en ningún momento se atrevió a tomar riesgos. Mantenía muchas lineas paralelas con el episodio IV: una nueva esperanza que logró que conformará a los más puristas. Pero tampoco se olvido de dar espacio a nuevos personajes creados por Disney con el objetivo de cautivar al público moderno.
Mientras que J.J. Abrahms es el maestro del misterio en el siglo XXI, piensen en Lost o Westworld, y que el guión de El despertar de la fuerza fue escrito junto a Lawrence Kasdan (Star Wars Episodio V y VI, Indiana Jones); Rian Johnson se puso la dirección y el guión de Los últimos jedi en sus hombros, convirtiendo el film en uno de los más elaborados y más lejos del mito Star Wars.
Sin lugar a dudas los fans van encontrar montones de guiños a la saga: lugares, personajes y situaciones que recuerdan cada uno de los momentos vividos en La guerra de las galaxias pero no se dejen engañar. La base del film se aleja del ritmo de la mayoría, exceptuando Rogue One: Una historia de Star Wars.
El relato clásico de George Lucas y el camino que emprenden sus héroes sigue presente, pero sus lineas son más difusas. Johnson trasmite una sensación molesta para los fans de Star Wars: la de dejar de lado el relato épico o la continua batalla entre el bien el mal. Cuando se hace presente se burla al incluir momentos de gracia, con un humor más astuto que el de Abrahms. Inclusive, la tragedia de sus protagonistas y lo que sufren en Los últimos jedi no es relevante para el continuar de la historia, ningún evento es más importante que otro.
Por otro lado, siendo el film de Star Wars más largo de la saga (un poco más de 2 horas y media) la sensación es que por momentos cada una de las escenas esta filmada sin correlación con la anterior, y que son guiadas solo por un gran hilo conductor. El realismo imperante del relato puede cansar a algún espectador que espera que pase más tiempo u otra continuidad.
Se suman a la saga Benicio del Toro como el ladrón DJ y Laura Dern como la Vice Admiral Holdo . El primero con un personaje más trillado y estereotipado; mientras que la segunda busca escaparse de los lugares comunes. También está Kelly Marie Tran como Rose, quien oficia de acompañante de Finn y es sin dudas la clave para entender el significado de todos los personajes. ¿Los porg?, los pequeños animales salvajes de la isla donde se encuentra Luke no suman ni restan, son un visible intento de marketing de Disney para vender muñecos a los más chicos.
Mark Hamill tiene la oportunidad de construir a un Luke mucho más elaborado y con mayor personalidad que en la antigua saga. Deja de ser alumno y aspirante a jedi, no es el confiado guerrero del Retorno del Jedi, pero tampoco es el maestro al cual podría aspirar o tomar como inspiración en Obi Wan-Kenobi.