Es imposible no escribir esta reseña sin una sonrisa de oreja a oreja. Otro año, otra película de Star Wars.
La vara había quedado muy alta luego de El Despertar de la Fuerza (2015), tal vez la mejor película de la saga solo por debajo de El Imperio Contraataca (1980).
Además, Los Últimos Jedi no cuenta con la ansiedad que tenía su predecesora. Aquí no hay casi una década de espera por una película de Star Wars ni más de 30 años sin ver a los personajes originales otra vez en la pantalla grande.
Sin embargo, la película cumple con todo y no debe nada. Es excelente pese a un pequeño fallo que ya comentaré.
Otro tema de especulación y debate era si la película iba a ser parecida en historia y estructura a El Imperio Contraataca dado a que el estreno anterior era muy parecido a la película original de 1977.
Y si bien hay un punto en común en términos de estructura (que no comentaré porque es un spoiler), se distancia bastante y vemos algo nuevo y fresco.
Aplausos de pie para Rian Johnson, de quien se nota su amor por la saga en cada plano. Y hablando de planos, más allá del artificio obvio, en Los Últimos Jedi hay una puesta impecable. La fotografía es excelente.
La mitología se sigue expandiendo, se revelan algunos de los secretos que quedaban pendientes y, por sobretodo, se profundiza la historia de los personajes. Tanto los viejos como los nuevos.
Mark Hamill presenta su mejor Luke Skywalker y realmente emociona verlo. Lo mismo ocurre con Carrie Fisher, con el condimento de que es la última vez que la vemos.
El nuevo trío compuesto por Daisy Ridley, John Boyega y Oscar Isaac termina de consolidarse. Ya son los dueños.
Pero párrafo aparte para Rey (Ridley) de quien nos enamoramos hace dos años y aquí reafirmamos eso. Con matices, varias emociones y mucha versatilidad, se ha convertido en un personaje fundamental.
Tampoco puedo dejar de mencionar la enorme labor de Adam Driver, su Kylo Ren/Ben Solo se impone en todo momento, y ya le hace sobra a Darth Vader.
El resto del elenco (con las nuevas incorporaciones) está más que bien y llenan de estelaridad una franquicia que no la necesita pero que legitima.
Además tenemos a R2-D2, C3PO, BB8, Chewbacca, el Halcón Milenario… ¡Y Porgs! Parece que todo mejora por Porgs.
Lo único que tengo para objetar es la inclusión de algunos chistes totalmente innecesarios. Si bien no llega a ser la “fórmula Marvel” se acerca y no es algo que sume sino todo lo contrario.
Así que con sorpresas, puntos de giro, duelos con lightsables, más sorpresas y momentos que te aflojan la mandíbula porque no podés creer lo que estás viendo, Star Wars: Los Últimos Jedi sea una de las mejores películas de la saga. ¿La mejor? Sería injusto sentenciarlo ahora. Es la del medio dentro de una trilogía y con el tiempo nuestra percepción cambiará.
Por ello, en lugar de debatir cuál es mejor, disfrutemos esta verdadera fiesta para los fans con todo el poder de La Fuerza.