El baile en estado puro
Sobre el sublime y lujoso universo de las calles de Miami, sobre la gente que va y viene en traje de baño, sobre ese lugar paradisíaco con el que casi todo el mundo sueña, se hacen ver y escuchar los adolescentes de Step Up 4: La revolución (Step up Revolution, 2012) de Scott Speer.
“The Mob” es el grupo de danza flash que encabeza Sean (Ryan Guzman), un joven en constante búsqueda de sus sueños. En este contexto aparece también Emily (Kathryn McCormick), la hija del empresario acaudalado que está por emprender el mejor negocio de su vida: demoler el barrio de Sean para construir un enorme complejo frente al mar, causando el desplazamiento y desempleo de todos sus habitantes.
Step Up 4: La revolución es la cuarta entrega de la saga Step Up que es un éxito en los Estados Unidos y que tiene al baile como eje temático para contar historias, en especial de adolescentes enamorados, y que siempre cuenta con un gran elenco de bailarines de todas partes del mundo.
La película puede cautivar desde el comienzo cuando el espectador es testigo del impresionante despliegue que hace el grupo en medio de la calle, deteniendo el tránsito y sorprendiendo a todo el que pasa con dos motivos claros: protestar y ganar su público. Luego el film se centra más en la historia romántica e idílica, al mejor estilo Disney, de Sean y Emily, en la que parece que todo se resuelve mágicamente.
Speer no deja de lado el cliché del chico pobre y la chica rica que se enamoran, y tampoco algunas contradicciones en el momento de representar a un grupo de jóvenes que se manifiesta en todo momento contra el sistema pero que a su vez cuenta con tecnología último modelo y la mejor ropa. Ese doble mensaje quizá no sea el mejor para la audiencia joven.
A pesar de esto, la película no pierde fuerza en el relato y está plagada de color y ritmo, lo que probablemente deslumbrará al público joven acostumbrado a series como Glee, deseoso de distraerse y pasarla bien con una historia fresca de unos chicos tratando de recuperar sus sueños.
Step Up 4: La revolución tal vez resulte ser lo que un chico de 12 o 13 años quiere ver en el cine y es un film que tampoco aburrirá al público adulto. Una película colorida con personajes talentosos y variados pero sin una trama demasiado profunda ni original; sin embargo, ideal para aquellos que siguen la saga y para los fanáticos de los musicales “a todo trapo”.