Una nueva bipic de Steve Jobs, esta vez de la mano de Danny Boyle.
Hacer una biopic de una persona como Steve Jobs, que es al mismo tiempo muy conocido en su faceta comercial, pero tan desconocido en su faceta personal, es un desafío en sí mismo. Si a eso se le agrega que hace dos años ya hubo una película al respecto, la empresa se vuelve aún más desafiante. Aun así, el afamado director Danny Boyle se une al
talentoso guionista Aaron Sorkin, y traen a la pantalla una película tan ambiciosa comoperfecta.
Y es justamente el guión lo que va a dar una personalidad tan particular a esta película. alejado de cualquier intento de reflejar la realidad y los contextos, y sobre todo, muy
separado de los conocidos éxitos comerciales y de diseño que volvieron a Jobs lo que fue, Sorkin decide centrar toda la atención en tres momentos en la vida profesional del talentoso hombre de negocios y usarlos de excusa para mostrar cómo él se relaciona con su entorno, y en ese juego, en esa interacción, el personaje se define.
La creación del personaje esta a cargo del genial Michael Fassbender, quien se asegura unas cuantas nominaciones en este rol, construyendo al carismático, autoritario y marketinero multimillonario Steve Jobs.
Los roles secundarios, particularmente su asistente (Kate Winslet) y un programador a cargo de Michael Stuhlbarg (que lamentablemente no tiene
tanto tiempo en pantalla) son perfectos, y acompañan al mismo tiempo que ayudan a definir el carácter del principal. La edición de la pelicula es especialmente virtuosa, no sólo por la mano que la realiza, sino por la genial cabeza de Boyle que diagrama con minuciosa precisión cada fragmento de la película.
Sin dudas este 2015 cierra en la cartelera con uno de los mejores estrenos del año. Steve Jobs es una joya Imperdible, de lo mejor que nos ha traído Danny Boyle.