Las dos caras de un genio
El director Danny Boyle estuvo a cargo de Steve Jobs, un nuevo film sobre el inventor y empresario. El elenco incluye a Michael Fassbender, Seth Rogen y Kate Winslet.
En menos de dos años y medio, el cine se interesó tres veces sobre la vida de Steve Jobs. Un discreto documental (The Man in the Machine), una espantosa ficción (Jobs) con un insufrible Ashton Kutcher, y ahora el nuevo opus del sobrevalorado Danny Boyle, el mismo de la pirotécnica Trainspotting y de ese ejemplo acabado de pornomiseria de exportación que fue ¿Quién quiere ser millonario?
Ahora bien, más allá del genio en sí mismo, ¿Steve Jobs vale como personaje cinematográfico? En algún punto tiene que ver con la moda de ficcionalizar a determinadas mentes brillantes de manera biográfica donde se fusionan aspectos públicos y privados de los personajes. En 2010 fue Red social, el año pasado el Oscar protegió a La teoría del todo y Código enigma, y ahora le toca el turno a esta curiosa, valiosa e inválida por momentos, revisión de la vida de Jobs a través tres hechos: los lanzamientos de la Macintosh Apple II, la Next y la iMac.
Por un lado, se agradece a Boyle y al guionista Aaron Sorkin (Red social, oh casualidad) alejarse de las convenciones de un biopic que intenta agrupar la vida de un personaje en dos horas promedio. En ese sentido, Steve Jobs construye su relato a través de esos tres hechos junto a ocasionales flashbacks y “separadores” narrativos que actúan como “descanso” de los ejes centrales la historia.
En efecto, la supuesta complejidad argumental no disimula su estructura teatral, como si el film estuviera dividido en tres actos, con una puesta en escena asfixiante, plagada de textos y discusiones que no hace otra cosa que reforzar la primigenia idea de “caja cerrada” que gobierna a las imágenes y a las acciones.
De esta manera, el relato fluye de manera centrípeta (las tres partes están construidas de manera similar) sin posibilidades de fuga hacia otras zonas. O sí: en algunos instantes Boyle y Sorkin nos muestran el lado oscuro del personaje, la relación con su esposa y su hija, la forma en que manipulaba a propios y extraños. En esos momentos, la trama respira un poco y, antes que nada, esto se debe a un cuarteto actoral decidido a no hincarse a la dictadura de un guión supuestamente "perfecto".
Son esos bienvenidos lapsos en donde Michael Fassbender se aleja de los clisés catatónicos del método Stanislavski, Seth Rogen oculta su cara de nabo para componer a Steve Wozniak (cofundador de Apple con Jobs) y Jeff Daniels intimida en el rol del CEO de la compañía y "enemigo" del personaje central. Pero la gran Kate Winslet, en el papel de la dispuesta a todo Joanna Hoffman, jefa de marketing de la empresa, representa la energía y vitalidad que la misma película ofrece en forma muy acotada.