Luego de su paso por el 37º Festival de Cine de Mar del Plata, la ópera prima de Mariano Biasin tiene su estreno en salas comerciales. Una película que se centra en la amistad y el amor desde una perspectiva sensible e intimista.
«Sublime» sigue a Manuel, un joven de 16 años que vive en un pueblo de la costa. Pasa sus días estudiando y ensayando para un futuro recital con su banda de rock que integra junto a otros tres amigos, entre ellos Felipe, quien es un hermano para él. También está de novio con Azul, explorando sus primeras relaciones y encuentros. Sin embargo, Manuel empieza a sentir una atracción mayor por su mejor amigo. Ante el miedo de perder su amistad, deberá ver cómo llevar adelante sus nuevos sentimientos.
La película es un coming of age que busca retratar los primeros pasos de la adolescencia: el autodescubrimiento, la amistad, el amor, las relaciones efímeras, los vínculos familiares, el estudio, las pasiones, entre otras cuestiones, de una manera muy natural. A pesar de que los jóvenes atraviesan por situaciones llenas de duda y confusión, la cinta le otorga cierta luminosidad a los mensajes que transmite y la manera de seguir a sus personajes.
El director, que también oficia de guionista, sabe captar la sensibilidad de la historia que quiere contar y los sentimientos que van floreciendo en el protagonista. En ningún momento cae en lugares comunes, ni en relación a la construcción de los personajes ni en el desarrollo de la trama. Deja que cada uno sea como es, no los juzga ni justifica.
Los personajes son muy reales y sinceros y el elenco hace un buen trabajo para llevarlos adelante. Salvo por la participación de Javier Drolas como el padre del protagonista y de Marcelo Subiotto como profesor, el resto del elenco no son actores conocidos, pero logra retratar la adolescencia de una manera desprejuiciada, natural y amena, mostrando las sensaciones y reacciones de chicos de su edad. Principalmente la trama se centra en Manuel y Felipe, interpretados por Martín Miller y Teo Inama Chiabrando, respectivamente, quienes poseen una buena química entre sí, generando que la amistad se vuelva creíble.
En cuanto a sus aspectos técnicos, la música cumple un rol fundamental dentro de la trama. No solo tiene una gran presencia con respecto a la cantidad de tiempo que se muestra a la banda tocando, sino que también es un medio para expresar los sentimientos de los personajes sin que tengan que reconocerlos o tener conversaciones incómodas. Incluso, muchas veces no saben qué les pasa y la música deja fluir esas sensaciones. Además, la banda sonora es original, pegadiza y suena bien.
La ambientación también está lograda. El paisaje desolado de la costa fuera de temporada tiñe a la película de cierta nostalgia y romanticismo.
En síntesis, «Sublime» es un coming of age efectivo que resulta ser bastante original, sensible e intimista. Construye personajes reales y sinceros y los sigue de manera desprejuiciada y natural. Buen trabajo del elenco y la banda sonora que se complementa muy bien con la trama. Un buen comienzo para el director Mariano Biasin.