"Suburbicón", la casa de al lado
El calendario marca el año 1957 y la vida en Estados Unidos es pura felicidad. La prolija y prolífica ciudad de Suburbicon, es un reflejo de ese paraíso. El sueño americano parece ser esas familias blancas amorosas y solidarias representadas por los Lodge, en sus casas de ensoñadores tonos pastel, con la paz que se respira en el aire de las calles residenciales... hasta que llegan los nuevos vecinos de la cuadra, justo al lado de los Lodge: una familia negra. A partir de esta llegada todo lo maravilloso se convierte en una historia de terror, literalmente. Sobre todo a partir de que la casa de los Lodge es víctima de un robo, hecho que conlleva una tragedia, al tiempo que el líder del hogar, Gardner (Damon), empieza a descontrolarse al mismo ritmo caótico del relato fílmico. Basado en un guión de los hermanos Coen, George Clooney, esta vez detrás de cámara, logra construir un micromundo que fluctúa entre los filmes clásicos de los Coen ("Simplemente sangre") y "El show de Truman" de Peter Weir, bajo la idea de hacer una película rabiosamente ideológica para explicar, una vez más, la intolerancia enquistada en una historia de violencia norteamericana que se extiende hasta nuestros días, sobre todo a estos tiempos de Donald Trump. La película se vuelve previsible aunque es entretenida en todo momento y, a veces, su crítica y su sátira hacia la América blanca se vuelve demoledora.