El no cine.
Hace algunos años, la web se llenó de mashups musicales a por doquier. El mashup es la mezcla entre dos o más canciones de un mismo artista o de artistas diferentes. En realidad mas que mezcla, las canciones “encajan” en un ritmo corrompiendo una a la otra y viceversa. Ese ejercicio realizado indudablemente por gente que cuenta con mucho tiempo libre, no es crear, es refritar, remixar la nada, es demoler una canción a costa de otra. Uno puede escuchar un mashup, pero al segundo la experiencia se agota por la obviedad de la no creación musical.
El mashup llegó al cine y de la mano de la peor escoria publicitaria y de video juego, esa bazofia que Zack Snyder nos viene entregando desde 300 pero que en Sucker Punch: Mundo Surreal llega al paroxismo de lo anti cinematográfico, una mezcla inútil, idiota, bordeando lo subnormal.
Imaginen a las chicas de Death Proof disfrazadas de la Uma de Kill Bill, peleando en Mordor, matando villanos de HellBoy dentro del mundo absurdo de El Origen. Ese es el gran mashup que arma Snyder en Sucker Punch pero todo construido sobre la nada misma. Voy a utilizar una frase del buen dossier que escribió Matías Orta sobre Snyder “Un director de películas súper entretenidas, que no vacías, ya que se preocupa tanto por la historia y los personajes como por el aspecto visual” Películas vacías, sin historia y sin desarrollo de los personajes; Sucker Punch es un paradigma de esto. Ahora, lo discutido seria si las películas de Snyder son “súper entretenidas” En el caso de Sucker Punch la historia de la chica internada por su padrastro en un psiquiátrico y que imagina una realidad alternativa como válvula de escape de la realidad resulta confusa y poco entretenida. Las escenas/pantalla de video juego que deben sortear las chicas son cortadas permanentemente por un melodrama sin espesor, sin desarrollo y sin empatia posible por parte del espectador hacia los personajes. Este ida y vuelta entre las escenas de acción y las del psiquiátrico asesinan la diegesis, le quitan timing cinematográfico y convierten a Sucker Punch en el bodrio insoportable de lo que va de la temporada.
Sobre la supuesta “calidad” visual de las películas de Snyder: mas allá de ese muy buen film llamado El Amanecer de los Muertos donde Snyder jugaba de cineasta en primera división y entregaba una película con dos horas de acción y adrenalina al palo (filmando verdaderas tomas de acción en exteriores) el director eligió posteriormente refugiarse en la “pantalla verde” es decir, esos planos creados netamente por computadora. Entonces volviendo a Sucker Punch ¿Cuáles son las calidades visuales del director? Tsai Ming-liang compone planos pictóricos con una profundidad de campo casi infinita y tres o cuatro campos de acción por encuadre. John Ford en un solo plano podía incluir al Monument Valley, una caravana entera de carretas y dos tipos reflexionando sobre como debía ser la construcción de Norteamérica. A todo esto yo le llamo “calidad visual” ¿Qué hace Snyder mas allá de algún mashup con pantalla verde? La utilización de pantalla verde es la negación de la profundidad de campo, es decir es la negación absoluta del realismo baziniano. La estilización de planos utilizados por el director lo reducen a un director de video clips, como ese travelling circular al comienzo del film con Emily Browning cantando "Sweet Dreams" mientras la cámara gira alrededor de… Emily Browning, todo un momento MTV de estrellita pop rebelde y desconsolada y que ya te avisa por donde viene la película. Sucesiones de ralentis injustificados, un manierismo descabellado, los ya mencionados mashups cliperos (también musicales con "I want it all" / "We Will Rock You", de Queen) y la permanente interrupción de la narración (si la película hubieran sido solo las escenas de acción seria descabellada pero mas coherente que este mamarracho cinematográfico) convierten a Sucker Punch en una atracción sólo para geeks que viven en su propio mundo surreal.