Pese a algunos detalles Sudor Frío es una muy buena película realizada por gente muy apasionada que está reescribiendo la historia del terror latinoamericano.
Desde 2004 la productora platense Paura Flics realiza películas de terror. A pulmón, sin la posibilidad de estrenar en salas argentinas, casi siempre trabajando por fuera del INCAA y con presupuestos en ocasiones ínfimos, la pasión de los hermanos García Bogliano y Hernán Moyano pudo más y hoy, siete años y seis largometrajes después, estrenan en más de treinta salas Sudor frío.
El filme muestra como, siguiendo las pocas huellas que dejó Jaqui (Camila Velasco), Román (Facundo Espinoza), su ex novio, y Ali (Marina Glezer) llegan a una casona. Ellos no son conscientes de los peligros a los que se enfrentarán una vez que ingresen a esa casa derruida cuyos moradores son un par de perversos ancianos que, debido a su arcaica cosmovisión, parecen detenidos en el tiempo. Detenidos en los años 70 cuando formaron parte de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A). El pensamiento de esos seres decrépitos responde a la lógica binaria del ellos o nosotros.
Ese espacio será una suerte de casa de los horrores, y los protagonistas se verán expuestos al peligro y correrán mil riesgos en su afán de salir vivos de allí. Sudor Frío tiene un ritmo constante, altas dosis de adrenalina, emoción y una pizca de horror. Sin ser la mejor película de Paura Flics no defraudará a sus fanáticos ni a los amantes del género.
Sin embargo el filme tiene algunos problemas importantes que afectan el resultado final. Tanto la banda sonora, que no siempre resulta efectiva y por momentos es innecesariamente estruendosa, como cierto abuso con los planos detalle conspiran contra el resultado final. Por otra parte la dirección de actores también es algo deficitaria y el que sale más airoso en este aspecto es Facundo Espinoza, quien demuestra mucho oficio. Vale la pena también destacar la fotogenia de Marina Glezer a quien la cámara ama y le resta fácilmente diez años.
A lo largo de los años Paura Flics ha construido una filmografía valiosa que justifica ampliamente el (tardío) apoyo del INCAA y el estreno comercial de Sudor Frío una obra, en este sentido, absolutamente necesaria que será apenas la primera de muchas películas de terror made in La Plata que disfrutaremos en salas comerciales en los próximos años.