El cine del turco Nuri Bilge Ceylan parecía demasiado influido por los maestros iraníes al principio. Pero hoy ha encontrado un camino propio. La acción transcurre en un hotel de Anatolia que dirige un ex actor acompañado por su mujer (más joven) y su hermana recién divorciada. Aquí hay dos elementos básicos: el gran paisaje que disuelve a veces a los personajes y largas conversaciones sobre cuestiones simples pero de vibración compleja. El milagro de la película es que no aburre jamás: logra que nos interesemos por todo, y que nos hagamos preguntas. La forma en que el ambiente se combina con las preocupaciones de sus criaturas hace que en cada instante las palabras tomen una dimensión nueva y totalmente cinematográfica. absoluto del ritmo y del tiempo. La película nos concede una pausa rica y nos recuerda cuántas cosas distintas puede ser el cine.