Tom Hanks y Clint Eastwood unidos para narrar una proeza verídica
El 15 de enero de 2009 el mundo fue testigo del llamado "milagro del Hudson" cuando el Capitán "Sully" Sullenberger hizo amerizar su avión averiado sobre las frías aguas del río Hudson, salvando así la vida de las 155 personas a bordo. Sin embargo, incluso cuando Sully estaba siendo aclamado por los ciudadanos y los medios por su inusitada proeza que demostraba su destreza, se desplegó una investigación que amenazaba con destruir su reputación y su carrera.
Sully: Hazaña en el Hudson es una nueva muestra de la pericia y el buen gusto del octogenario y prolífico Clint Eastwood a la hora de narrar una historia.
Sin desbordes, apelando a la sobriedad y al clasicismo, el realizador de Los Imperdonables, mantiene la tensión en un relato que podría estar cargado de golpes bajos y lugares comunes, sin embargo nunca resulta edulcorado.
Por el contrario, por momentos se torna sombrío, sobre todo gracias a la performance de un enorme Tom Hanks, quien en su papel logra transmitirnos las dudas internas de un héroe cuestionado.
La estructura narrativa, intercalando presente con pasado y pesadillas del propio Sully, aporta interés a una trama pequeña desde la anécdota pero inmensa desde su trasfondo. El incidente, visto desde distintos puntos de vista, y la empatía que el espectador sentirá con este héroe de la vida real, son también puntos altos de este filme tan honesto como imprescindible.