“Sully”: un héroe bajo la lupa de los peritos
Con "Sully", la famosa historia real del piloto de un jet de línea, Chesley 'Sully' Sullenberger, que ante un desperfecto en los dos motores de su avión decidió aterrizar sobre la superficie del rio Hudson, Clint Eastwood crea un nuevo genero, el cine "no" catástrofe. Como el hecho en el que se basa la película es muy conocido, tanto por haber sido una noticia mundial y por haberse producido diferentes documentales didundidos en el cable, Eastwood pone la investigación en el centro de su película, generando suspenso a través de los detalles de sus resultados.
Mientras la prensa define a Sully como un autentico héroe, la comisión investigadora tiene serias dudas acerca de su decisión, ya que en caso de haber sido un error habría dejado que su avión se perdiera en el río, poniendo en riesgo la vida de las 155 personas a bordo. Las dudas crecen cuando numerosas réplicas del incidente en un simulador aseguran que el avión podría haber regresado sin peligro al aeropuerto más cercano.
"Sully" es una película distinta en la que el veterano Eastwood, tan experto haciendo films como éste en la cabina de un jet, produce un sólido ejercicio de estilo narrativo volviendo simple lo complicado, ya que la acción va y viene en el tiempo tanto cuando el protagonista, un excelente Tom Hanks, recurda los hechos, como cuando son revisados durante la investigación. A pesar de los constantes flashbacks la narración es perfectamente fluida, con un ritmo vertiginoso que logra que la discreta hora y media de metraje (casi un record de brevedad en la última parte de la filmografía del realizador de "Los imperdonables") realmente pase volando. A pesar de su complejidad narrativa, "Sully" es un film simple que cuenta muy bien una historia concreta y conocida, con imágenes espectaculares en todo lo que tiene que ver con el incidente aéreo en si mismo.