Lo bueno, lo malo y lo común.
Cuando fui a ver esta película al cine sucedió algo curioso. Sully empieza con un accidente aéreo que resulta ser una pesadilla del protagonista. Pero ocurrió algo sorpresivo para tratarse de una obra de Clint Eastwood. El accidente tenía un sonido espectacular y tormentoso. Entre saturado y entrecortado. Original y aturdidor. Como si una turbina rota de avión real y fantástica se hiciera presente en el cine. La sala entera se inundó de esa explosión. Era genial, devastador y único. Elucubré que, así como todas las películas bélicas después de Rescatando al Soldado Ryan tienen el mismo sonido en las escenas de batallas, luego de Sully todas las películas de catástrofes aéreos tendrían ese sonido. Tom Hanks se despertaba del sueño y el extraño efecto sonoro perduraba. Las pesadillas nos persiguen hasta los primeros minutos de realidad. Pero luego, los diálogos también tenían ese efecto. Pronto nos dimos cuenta que se trataba de una falla en la proyección. Avisamos al proyectorista y decidieron volver a pasar la película desde el comienzo. En el reinicio vimos un accidente aéreo común, corriente y esperable.
Últimamente las películas de Clint Easwood parecen resultar un tanto desparejas. Sabemos que su cine es clásico. Pero algunos de sus personajes pueden construirse como lugares tan comunes que fastidian. Clint Easwood puede hacer el mismo año, y casi al unísono, una película como Banderas de Nuestros Padres, donde complejiza y le da profundidad a la historia de los soldados norteamericanos que izaron la bandera estadounidense en Japón eternizados en un monumento, y puede hacer en la insufrible Cartas de Iwo Yima una escena donde los soldados japoneses le rinden honor, emocionados, a un estadounidense cuando leen la carta que éste tenía reservada a su madre.
Una gran película suya como Los Puentes de Madison puede resumir un poco su último cine. Personajes complejos y atractivos como los de Meryl Streep y el del propio Clint se contraponen a personajes tan comunes y chatos como los de sus hijos leyendo las cartas.
Sully forma parte de los primeros personajes, ya que esta película muestra la historia real de un maduro piloto que al tener un desperfecto en el avión decide poner en riesgo la vida de sus pasajeros amerizando en el río Hudson de Nueva York. Sabemos cómo terminó, resultaron todos ilesos. Entonces, a pesar de que seguimos constantemente al personaje principal, queremos y debemos terminar de desenredar la duda que todavía recae sobre él. Este piloto pronto a retirarse, tal vez hizo caprichosamente una maniobra absurda que puso en peligro a todos los pasajeros. Muy ayudado por el trabajo de Tom Hanks, el capitán Sully se convierte en uno de esos personajes que deberían ganar más pantalla en las películas de Clint Eastwood.