Anexo de crítica: Super 8, el nuevo opus de J.J Abrams, funciona mejor como película homenaje a un tipo de cine de los 70 y principios de los 80 y un emotivo ejercicio de nostalgia que como película en sí misma. El creador de Lost supo mezclar en su coctelera cinematográfica aquellas producciones que seguramente marcaron parte de su infancia así como su admiración por ciertos títulos como E.T. El extraterrestre; Encuentros cercanos del tercer tipo o Cuenta conmigo para desarrollar un relato que aborda periféricamente el mundo del cine amateur y se apodera rápidamente del punto de vista compartido de un grupo de niños entusiastas e ingenuos, quienes tienen como proyecto de verano en Ohio filmar una película de zombies. Sin embargo, al igual que lo ocurrido con la serie Lost las expectativas empiezan a desmoronarse promediando la parte final, aunque debe reconocerse que la evolución de los personajes –sobre todo los chicos- es convincente y en definitiva forma parte del corazón de una entretenida y nostálgica e innecesaria fábula aleccionadora...