Junto a “Rojo profundo” e “Inferno”, “Suspiria” es una de las obras cumbres del maestro del terror italiano Dario Argento. El film sobre una estudiante perdida en los diabólicos vericuetos de una escuela de danza tal vez no tuvo mucho sentido desde un punto de vista lógico, pero aquella etapa del cine de Argento era pura imagen, empezando por algunos de los impresionantes más alucinantes de la historia del cine. Pensar en una remake de “Suspiria” era, desde el vamos, un despropósito, más aún cuando la nueva película de Luca Guadagnino dura casi dos horas y media, lo que implica o casi una dimensión épica, o una total falta de contención y pulso narrativo.
La nueva “Suspiria” tiene varios cambios que llevan a esta duración. Por ejemplo, está ambientada entre las dos Alemanias de la época de la Guerra Fría, con detalles de la vida en el mundo comunista e inclusive del terrorismo del lado capitalista de la Cortina de Hierro. Lamentablemente estos detalles no suman mucho, y lo que queda de interés es una variación de la misma historia de los hechos horripilantes en la escuela de danza. Curiosamente, aquí está el único punto interesante de esta nueva versión: la fusión entre el ballet avant-garde y el terror gráfico y gore, que es convincente y le da un nuevo sentido a esta “Suspiria”. Pero, casi todo lo demás casi nunca llega a convencer.