Suspiria

Crítica de Nicolás Ezequiel Barak - Cuatro Bastardos

Suspiria: El terror clásico en la era moderna.
Los remakes sufren de una popularidad no grata, por lo que el anuncio de la nueva película de Luca Guadagnino, conocido por ser el director de “Call Me By Your Name“, no emocionó a mucha gente de primera mano. ¿Pudo la obra sobrevivir al odio colectivo?
La película de la que estamos hablando es nada más y nada menos que el remake de uno de los clásicos del terror; Suspiria, dirigida por el maestro del Giallo, el italiano Dario Argento. Este subgénero está marcado por ser una combinación del thriller tradicional con el terror psicológico característico y en el caso de la película de Argento, no había mucho que agregar o cambiar a una propuesta tan redonda y personal. Es por eso que, al decidir cómo encarar la nueva Suspiria, Guadagnino toma la decisión de mantener muy pocos elementos de esta película original y crear su propia obra, extremadamente personal y sin lugar a dudas, muy perturbadora.
Desde la sinopsis, parecería contar una historia similar pero, sin entrar en spoilers, les aseguramos que la trama es totalmente distinta. Mientras que en la película original la intriga de saber si las profesoras de ballet son brujas o no es un elemento importante de la trama, en este remake el espectador sabe casi desde el primer momento que hay algo muy raro en esta escuela, siendo esta una de las muchas diferencias entre los films.
Es importante remarcar que la película no solo se aleja argumentalmente de su predecesora sino que el estilo con la cual se filmó es totalmente diferente. La fotografía tan célebre de la Suspiria original no se encuentra en esta propuesta, reemplazada por una escala de grises fría y por momentos distante, que se conecta directamente con los sentimientos de la protagonista hacia esta sombría escuela de ballet. Tampoco encontramos la simplicidad original del guión, quizás lo más criticado de la obra de Argento. Esta nueva historia está cargada (a veces sobrecargada) de simbolismos y tramas mucho más laberínticas que la anterior, por lo que vale la pena ver la película más de una vez para poder comprender todo lo contado por Guadagnino.
Lo más criticable, además de por momentos ser demasiado simbólica y compleja, podría ser la duración de la película. Mientras que la original rondaba la hora 40, esta está más allá de las dos horas y media. No es algo tan malo porque la tensión está lograda la mayor parte del tiempo, a excepción de una de las subtramas que, a pesar de que es interesante y necesaria para la idea que quiere transmitir la obra, termina siendo la única que rompe el excelente ritmo promedio.
También es importante destacar que uno de los elementos nuevos en la película es el comentario político alrededor de la trama, quizás siendo lo más escondido en toda la historia. La ambientación elegida, el Berlín dividido ideológicamente, no es ninguna decisión aleatoria. La ciudad, pese a aparecer visualmente en pocos momentos, está retratada en toda la trama, y es uno de los aciertos más grandes de esta nueva versión, que por momentos esconde un nivel de brutalidad tan grande que sorprende. Porque a pesar de estar dirigida por el director de “Call Me By Your Name”, este remake tiene algunas de las escenas más provocadoras y terroríficas del 2018 (año donde tuvo su estreno internacional).
Por último, pero no menos importante, queda clarísimo después de ver la película el nivel actoral de Tilda Swinton, quien interpreta a 3 personajes distintos demuestra un gran talento actoral en cada fotograma en el que aparece. Es curioso que uno de sus personajes es directamente hombre, siendo también el único personaje masculino de toda la película, interpretado justamente por una mujer. Pero, a pesar de que es importante remarcar la actuación de Swinton, todas las actrices de esta nueva versión realizan una excelente interpretación, por lo que es una lastima que haya sido tan olvidada en las nominaciones de los premios Oscar, que demuestran una vez más la discriminación que tienen hacia las películas de género. Otra decepción de la academia es que hayan olvidado la nominación a Thom Yorke, el cantante de Radiohead, quién se encargó de componer la música original de la película y colabora con creces en la tensión y el sentimiento de miedo que hay durante todo el film.
En conclusión, si uno analiza lo que podría haber salido de un remake como Suspiria, y luego ve lo que hizo Luca Guadagnino con la película, no hay forma de no salir satisfecho. Pudiendo haber hecho una adaptación directa de la película de Dario Argento, el nuevo director apostó por una propuesta propia que se aleja totalmente de lo previsto y se mete al lado de películas como “A Quiet Place“, “Hereditary” o “Mandy” para acompañar el gran año que tuvo el cine de terror moderno. Notable adaptación, y muy merecedora de ser vista en una pantalla grande, con buen sonido y como se debe consumir el buen cine de terror, que no busca asustarte con facilidad sino dificultar tu sueño a la hora de dormir, o en este caso, reducir considerablemente las chances de entrar en una escuela de ballet.