Veinte años después, continúan las peripecias del grupo de ya no tan jóvenes heroinómanos de los suburbios de Edimburgo encabezados por Mark Rento (Ewan McGregor), que no tienen otra aspiración en la vida salvo drogarse y conseguir dinero sucio. Tras un bache en sus negocios y después del costoso divorcio de su mujer, Sick Boy (Jonny Lee Miller) descubre una oportunidad que puede cambiarle la vida. En Edimburgo surge un lucrativo negocio basado en vídeos porno grabados en las trastiendas de los pubs, con los clientes del local como actores principales. Tras conocer esto, Sick Boy intentará hacer una película porno de categoría capaz de venderse internacionalmente.