Arqueología animada
La propuesta animada española Tadeo el explorador perdido (2012) se mete de lleno en el mercado internacional y, sin dudas, con buenos pronósticos. Dirigida por Enrique Gato y con un acertado desarrollo del 3D, es una apuesta diseñada para que compita con las grandes producciones de animación de la industria norteamericana.
En cuanto producto, es una buena película de aventuras que logra el objetivo de entretener a los espectadores, aunque sin generar grandes carcajadas. Se destaca la acción a todo momento y un alto nivel técnico. A su vez, se aprecian durante la trama escenarios sudamericanos bien diseñados, paisajes que impresionan tanto cómo están definidos -sus decorados- como su colorido.
No es ni más ni menos que la representación de Perú, imágenes de la ciudad perdida de Paititi y su legendario tesoro, que impactan -quizás acá esté lo novedoso del film- en la pantalla cinematográfica. Conocer la leyenda de los Incas y, que toda la familia pero en especial el público infantil, disfrute de su historia en forma animada con un lenguaje sencillo.
Fuera de eso, no hay originalidades en los personajes y en sus vínculos; aunque sí están bien caracterizados. Esta película muestra una trama clásica, sin grandes pretensiones pero efectiva: una simple historia de amor, un perro fiel a su amo, un hombre que quiere convertirse en héroe y un rival con plata, fama y belleza que tiene conquistada a la chica dulce y atractiva.
Su personaje principal Tadeo, quien siempre soñó en convertirse en un arqueólogo famoso, trabaja de albañil en la ciudad de Chicago. Modesto, ingenuo, torpe, simpático, querible y por momentos arriesgado y pícaro, este protagonista ya formó parte de dos cortometrajes de Gato; y era evidente que las ideas de este realizador se volcarían en un largometraje.
Teniendo como referente al personaje de Indiana Jones pero en versión animada, Tadeo enfrenta a los cazatesoros cuando queda involucrado en una aventura que nunca imaginó y también deja como enseñanza la valoración que tienen los objetos más preciados.
Sin embargo el condimento humorístico no termina de cumplir con las expectativas aunque, por suerte, siempre están los animales para salvar algunos de estos baches: Belzoni, un gracioso loro mudo, de mucho carácter y buen escritor y Jeff, el perro inquieto, amigo inseparable de Tadeo.
Si bien la música no llega a encajar por completo en la narración, Tadeo el explorador perdido logra mantener un buen ritmo narrativo a lo largo de la trama a partir de un buen guión y una interesante experiencia visual. Satisfecho el cine español con esta película que seguramente ganará espectadores en todos los continentes.