Indiana Jones a la española
Enrique Gato, uno de los talentos de la animación española, consigue en esta segunda entrega de las aventuras de su intrépido explorador combinar la comedia y el cine de aventuras con soltura y eficacia, delinear personajes atractivos y gags bastante logrados, y hacer de esa delirante travesía desde Las Vegas a la Alhambra en Granada una digna parodia del universo Indiana Jones.
Con notables progresos técnicos en la textura de los paisajes y la expresión de los personajes respecto a la anterior Tadeo, el explorador perdido (2012), la excursión al mito del dios Apolo y la maldición del rey Midas explora más y mejor la comedia con bufones como La Momia y el dúo que forman el perro Jeff y el pájaro Belzoni, pese a seguir atada a excesivas citas cinéfilas y a algunas humoradas redundantes.