La historia de estas computadoras humanas, matemáticas geniales, mujeres negras que fueron fundamentales para la carrera espacial de EEUU es de tal fuerza que uno puede obviar la manera convencional de contarla del director y su guionista. Es que estas tres historias, en un medio ambiente hostil, de segregación racial, de injusticia constante, donde la discriminación se toma como ley, unido al talento singular de estas tres mujeres, tiene la fuerza de un torbellino en la época en que EEUU se embarco en la carrera espacial donde los rusos dieron el primer éxito con su Spútnik. Las hasta ahora “desconocidas” Katherine Johnson, Dorothy Vaughn y Mary Jackson. Un trío de formidables actrices: Taraji Henson, Octavia Spencer (nominada al Oscar por esta labor) y Janelle Monáe (famosa cantante con gran futuro como actriz) le dan vida a estas mujeres que según la peli- que casi las muestra como santas- lo soportaron todo (ganar menos, ser ignoradas, baños para gente de color, cafeteras separadas, no poder estudiar en la universidad) pero ganaron su lugar en un momento en que los movimientos por la igualdad estaban en plena ebullición. Da escalofríos pensar que en plena era espacial EEUU era un país tan retrogrado en materia de discriminación. Estas heroínas merecen la admiración, verdaderas computadoras humanas cuando todos los cálculos se hacían a mano, que fueron pioneras con las primeras computadoras y se transformaron en programadoras lograron sin dudas pasos de gigantes. Por eso no importan tanto que la película tenga un relato tan previsible porque la historia contada es excepcional. Con gran elenco: Kevin Costner, Kristen Dunst, Jim Parsons, Mahershala Ali y siguen los nombres. Vestuario y ambientación perfectos. Para la emoción y el descubrimiento.