Talentos ocultos

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

Basado en el libro de Margot Lee Shetterly sobre la vida real de tres mujeres que vivieron y sufrieron todo tipo de discriminación, de género y racial, allá en el no muy lejano estado de Virginia,.hace no más de seis décadas atrás.
Katherine Johnson (Taraji P. Henson), Dorothy Vaughan (Octavia Spencer) y Mary Jackson (Janelle Monae) son tres amigas que trabajan en la N.A.S.A. La primera es un genio matemático, las otras dos con grandes talentos para la comprensión y síntesis de los avances tecnológicos, una se especializara en los avances de la computación, la otra quiere ser la primera persona de raza negra que estudie ingeniería en la universidad de Virginia.
Así expuesto tenemos todos los elementos y motivos que harán que este filme funcione de manera efectiva, recurriendo a lo efectista.
En principio la denodada lucha contra la discriminación de cualquier tipo, luego de cada una por lograr sus objetivos, superación personal incluida, se la puede suponer como políticamente correcta, aunque caiga en arbitrariedades casi necesarias.
La mayor parte del relato transcurre dentro de la NASA, en tiempos de la carrera espacial. Sabido fue que los científicos de ese organismo gubernamental no reflejaban las políticas discriminatorias dentro de su espacio y en relación a otros científicos. Sí guardaban distancia de categorización, he aquí que para que funcione narrativamente había que instalar un antagonista o dos. Por un lado Paul Stafford (Jim Parsons), ingeniero principal del proyecto a quien la presencia femenina rellenita y negra le molesta sobremanera, hará lo necesario para que Katherine renuncie. Pero persevera y triunfaras. Para ello debe aparecer quien con su apoyo y reconocimiento la sostenga en la lucha, Al Harrison (Kevin Costner), quien es el jefe de Jim.
Por otro lado también hace su presencia Vivian Mitchel (Kristen Dunst), jefa del trío que tampoco ve con buenos ojos los avances de Katherine primero y luego de las dos amigas.
De factura clásica, bien contada, previsible desde lo narrativo, personajes primero ignorados, luego fundamentales para la prosecución del éxito.
Sólo sería otra película políticamente correcta si no fuese por las nominaciones al Oscar.