Entre el realismo ficcional y la ficción realista.
Tan Cerca como Pueda, opera prima de Eduardo Crespo, viene a reconfirmar el espíritu de cruce de formatos que existe hoy en día en el cine nacional, amplificado en la era post “nuevo cine argentino”. No es casual que en este film Iván Fund ocupe el rol de director de fotografía, además de participar en la producción: la estética de su cine, con escenas cercanas al documental observacional, tiñe esta historia que roza el realismo ficcional pero se queda anclada a las puertas de una ficción realista. Presenciamos la sencillez de la historia de un arquitecto agobiado por la falta de trabajo y las llamadas de su exmujer, quien le reclama el pase de alimentos para sus hijos. Sumado a este panorama, se abre otra dimensión en su vida con la llegada de su sobrino adolescente, quien se le instala en la casa.
Crespo apunta al juego de espejos entre tío y sobrino, los cuales están separados solo por matices, ya que ambos son “buscas” pero sin la dramatización del estado actual de sus vidas o del porvenir. Hay un disfrute de pequeños placeres, en el caso del sobrino: un pequeño lago escondido al que es llevado por su tío o un juego de cartas con amigos. El tío esboza un ligero desencanto general aunque en pequeños recovecos sociales (cumpleaños, actos escolares) ve la salida de una vida minada de obstáculos. El loop de una cámara que observa y un montaje que tampoco se interpone resulta ya una estrategia que traza signos de agotamiento en esta era híbrida del post “nuevo cine argentino", preocupado por las situaciones catalíticas y fragmentarias inmersas en un realismo que amenaza con convertirse en una recurrencia perfectamente moldeada y premeditada, en contraposición a la idea de registrar una cotidianeidad sin lineamientos ficcionales.