Una cuestión de identidad
Tata Cedrón, El regreso de Juancito Caminador (2011) retrata la vuelta de Juan “Tata” Cedrón a la Argentina, su tierra natal, luego de 30 años de ausencia y éxitos en el exterior con su Cuarteto Cedrón. La película pone el foco en el reencuentro del músico con su pueblo, su gente y sus recuerdos de tango.
Grabaciones del pasado presentan a un joven Tata Cedrón tocando con su banda en el exterior. De gira por Europa, ya en la actualidad, el músico junto a su cuarteto viaja por distintos países (Francia, Holanda, Bélgica) presentando su música natal a los extranjeros. En entrevistas comenta las razones de su éxodo en 1974 y su afianzamiento en París, donde vivió treinta años y triunfó como músico. Pero esto es sólo el comienzo del documental que rápidamente se instala en la Argentina para seguir al Tata Cedrón por el camino de sus recuerdos.
“Nóstos” es la palabra griega que define el regreso de los héroes de guerra troyanos. Palabra que le cabe al protagonista de este documental en su regreso triunfal a su anhelada tierra natal. Luego del éxito en París –recorrido gardeliano- vuelve a la Argentina. Pero no a causa de la consagración sino del contexto histórico que reconoce a sus héroes nacionales.
El Tata Cedrón comenta su militancia adolecente, motivo de desarraigo y desencuentro con su gente. El contexto político histórico de la Argentina cambió y el tanguero retorna con todos los laureles. El documental intercala distintos fragmentos musicales del Cuarteto Cedrón en vivo con imágenes de calles de Buenos Aires. Ya no será como en Europa un aeropuerto o una estación de tren el motivo del viaje, sino su propia música, el tango, el que lo trasladará a su país. Los barrios donde deambulará reconstruyendo su memoria, recuperando sus recuerdos, son Boedo, Villa del Parque, Saavedra, La Boca y San Martín. En este último se lo ve almorzando en la Cooperativa de Trabajo “Los Constituyentes”, una fábrica recuperada por sus obreros que marca la ideología intacta de Cedrón.
Lo demás será el camino del reconocimiento como parte de una historia, una identidad nacional. El reconocimiento de sus pares, los grandes músicos argentinos, de lo institucional, al ser nombrado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires, y finalmente del público.
Tata Cedrón, El regreso de Juancito Caminador realiza en la figura de Cedrón, el trabajo de recuperación de la identidad, de la memoria de todo un pueblo, para reconstruir aquello que signifique “lo porteño”, “lo nacional”, “lo tanguero”. Partes de un sentido antropológico que consolida el ser argentino.