El director y guionista Franck Gastambide es también el protagonista de “Taxi 5” en el papel de un policía de París transferido a Marsella, donde se hace pasar por taxista para combatir a unos italianos ladrones de joyas que circulan en velocísimas Ferrari.
La cuarta secuela de la saga de “Taxi” que inició Luc Besson en 1998 se parece a una versión francesa de “Locademia de policía”, donde el cuerpo policial marsellés es una troupe de fenómenos de circo grotescos. Todo está dispuesto para las escenas de acción, algunas buenas, empezando por el super taxi que maneja el protagonista, un vehículo digno de James Bond. El guión es elemental, y los chistes minimalistas, como si buscaran recuperar el estilo de la comedia liviana francesa de los 70, con los Hermanos Charles a la cabeza. Como algunos gags y personajes secundarios son divertidos, por momentos hace reír. Ayudan los escenarios de Marsella y la nutrida banda sonora cargada de hip hop y pop francés.