La franquicia Taxi inició en 1998 de la mano del productor Luc Besson. La primera película fue un éxito comercial gracias a su buen funcionamiento como comedia de acción, pero a medida que avanzaron las entregas la saga fue perdiendo potencia. Once años después de la cuarta, llega una quinta película que está muy pero muy lejos de los logros iniciales. 5ta. a fondo (hasta su título es poco destacado) es algo así como una cruza berreta entre el espíritu fierrero y grasoso de Rápido y furioso -incluso su protagonista, el también director y coguionista Franck Gastambide, no sólo tiene un parecido físico notable a Vin Diesel sino que hasta imita sus gestos- y ese humor costumbrista basado en las diferencias culturales entre distintas regionales de Francia. Los “chistes” son dignos de las peores comedias argentinas de los años ’80: pocas cosas peores para una comedia que el humor chillón, burdo y predecible puesto en boca –y en los cuerpos– de personajes deliberadamente exagerados.
En ese sentido, un buen ejercicio es pensar a 5ta. a fondo como una película de Guillermo Francella de la época de Exterminators: un planteo policial absurdo al que le sigue un desarrollo que mezcla las escenas de acción con menos adrenalina y emoción que se recuerden y, lo dicho, una búsqueda humorista articulada alrededor de motivos mil veces vistos. Ni siquiera el regreso del Peugeot tuneado salva a 5ta. a fondo del bochorno.