Enmascarada localmente como un film independiente, la quinta entrega de la franquicia "Taxi", "5° a fondo", de Franck Gastambide, es un producto que subestima la predisposición del espectador.
Antes de que "Rápido & Furioso" en 2002 instalara la moda de los films de acción pisteros; en 1998, Gérard Pirés estrenaba "Taxi", una comedia de acción francesa, que con mucha gracia, carisma, y agilidad presentaba un terrenal duelo entre las marcas Peugeot y Mercedes Benz a modo de multilenguaje que penetraba al público.
Policias vs ladrones, franceses vs alemanes, populares vs sofisticados.
Una buddy movie con la capacidad de atraparnos en diferentes niveles. El éxito fue inmediato, por lo menos en Europa, y propició tres secuelas y una olvidable remake yanqui que no tiene nada que ver con nada. También instaló a su dúo protagónico como personajes populares, en especial al taxista Daniel Morales interpretado por Samy Naceri.
Once años pasaron de la última entrega "Taxi 4", con una saga que se mantenía aunque había perdido buena parte de su chispa inicial. Como siempre, el marketing manda, y así como las marcas de automóviles sacan nuevos modelos, esta franquicia pretende hacer lo mismo con "5° a fondo", intentando tomar la posta, pero renovándola.
Remplazando a Pirés y a Gerard Krawczyk (el, hasta ahora, encargado de todas las secuelas), Franck Gastambide se ubica en la posición de director, y no sólo eso también es el protagonista. Gastambide es Sylvain Marot, policía de elite parisino que recibe la terrible noticia de ser trasladado a Marsella, aún contra su voluntad.
El ahora alcalde Gibert (Bernard Farcy), conexión con la saga original, le encarga a Marot la investigación de una banda delictiva italiana dedicada a desbancar joyerías a bordo de sus Ferraris. Marot es un experto conductor, pero no tiene la carrocería necesaria.
Para eso, deberá contactar a Eddy Maklouf (Malik Bentalha), un piloto mediocre, pero con una capacidad o adquisición única, es el sobrino nieto de la leyenda Daniel Moráles; y es quien tiene acceso al Peugeot 407 que marca la saga. Como parece ser regla de acá hace unos años, "5° a fondo" es mitad secuela, mitad remake de la primera.
De alguna manera vuelve a contar la misma historia, o una muy similar, pero con los datos cambiados para poder linkearla.
Algunos datos, Malik Bentalha es el sobrino nieto de Samy Nacery, ausente con aviso en esta película; por lo que básicamente se interpreta a sí mismo en pantalla, o algo así. Lo que sí cambió son las características de los personajes.
Lo que antes representaba Daniel Morales, ahora se divide entre los dos protagonistas. Antes era un policía inexperto que se unía a un taxista pistero y as del volante.
Ahora tenemos a un policía experto, as del volante; que se une a un piloto de reputación dudosa; pero que posee el automóvil en cuestión. ¿Funciona esta fórmula de mezclar las características? No."5° a fondo" es una buddy movie clásica que, a diferencia de las anteriores, no puede reforzar ninguna de las características típicas del subgénero.
Los protagonistas no tienen química, y por separado tampoco tienen carisma. Nunca entendemos bien la presencia de Eddy, nunca nos interesa; es más, rogamos que lo saquen de la pantalla. La chispa, se ve, no es hereditaria. Las escenas de acción que impactaban en 1998 con vértigo pero sin marear, ya no impactan veinte años después, y se remplazó por un montaje confuso e insulso, más propicio de lo que "Taxi" venía esquivando en sus entregas anteriores.
El guion, que vuelve a contar con la presencia de Luc Besson (aunque ya no como guionista único ni principal), se siente más que nunca como una excusa, no despega, no toma velocidad; y lo que termina por fundir el motor, apunta a un humor de muy dudoso calibre. Cualquier intento por renovar la franquicia, como renovar el auto al estilo de hoy, no llega a entusiasmarnos. Por el contrario, todos los aportes nuevos son los que hace que la cosa no camine.
Decepcionante para los seguidores;"5° a fondo" puede ser vista por recién llegados que sólo se perderán de algún dato no muy interesante (como todo lo que sucede). Estos también chocarán con una propuesta desangelada cliché, y muy mal elaborada. En su momento, "Taxi", fue el puntapié inicial para la posición del Besson guionista y productor que tan buenos réditos dio. Aportaba frescura, originalidad, y vibración constante para diferenciarse del estándar de Hollywood.
Nada de eso quedó en "5° a fondo", una entrega por obligación, sin alma, burda, y lo peor, bastante aburrida.