En 1998 llego la primera entrega y luego se transformó en una saga. Esta es remake con nuevos actores y director, este último es protagonista, se mezcla la comedia y la acción, con un ritmo acelerado nos encontramos con un desarrollo lleno de persecuciones, explosiones, torpezas, carrera de autos increíbles, un humor escatológico, algunos chistes pocos efectivos, diálogos fuertes (para adultos) pero tontos, chabacana, vulgar y bien musicalizada. Su final nos deja la pauta que podemos tener una sexta entrega. No le busques mucha profundidad es una historia básica, un guión bastante flojo, entretenida por momentos, pensada para nuevas generaciones.