Te atrapé!

Crítica de Jessica Blady - Malditos Nerds - Vorterix

TÚ LA TRAES

La importancia de seguir jugando.
“No dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar”. Esta famosa (y muy sabia) frase de George Bernard Shaw es el pilar de esta hilarante historia que, aunque no lo crean, está basada en hechos reales. Sí, desde hace casi treinta años, un grupo de amigos de Spokane, Washington, se reserva el mes de mayo para seguir esta tradición que comenzaron en la escuela secundaria: jugar a La Mancha (TAG).

No importa que se hayan mudado o atraviesen algún evento social de relevancia -ya sea casamiento, bautismo, funeral o cumpleaños-, en el quinto mes se lo pasan persiguiéndose los unos a los otros, para evitar ser un loser por lo que resta del año. Esta anécdota tan particular salió publicada en The Wall Street Journal, allá por el año 2013; de ahí llamó la atención del productor Todd Garner que, en seguida, adquirió los derechos hollywoodenses.

Warner Bros. sigue en la vena de comedias sarpaditas enfocadas para un público más adulto, y tras la buena acogida de “Noche de Juegos” (Game Night, 2008), se despacha con “¡Te Atrapé!” (Tag, 2018), segunda película de Jeff Tomsic, un director y productor más afecto a la TV, que se hace eco de esta historia real y le da un par de vueltas de tuerca.

Hogan "Hoagie" Malloy (Ed Helms), Bob Callahan (Jon Hamm), Randy "Chilli" Cilliano (Jake Johnson), Kevin Sable (Hannibal Buress) y Jerry Pierce (Jeremy Renner) vienen jugando TAG desde el año 1983. Ya estamos en el mes de mayo y los amigos empiezan a cuidarse porque saben que, desde cualquier rincón, les puede llegar ese manotazo que los convierte en la Mancha. Pero este año hay una particularidad: Jerry, a quien nunca logaron alcanzar, se va a casar con su novia Susan (Leslie Bibb), y planea abandonar el juego totalmente invicto.

Esta es la última oportunidad de los muchachos para hacer yunta y tratar de vencerlo de una vez por todas. Hogan y su esposa Anna (Isla Fisher) –no, las chicas no forman parte del juego- son los encargados de pasearse de ciudad en ciudad reclutando a estos viejos jugadores, con la única misión en mente de ponerle fin al reinado de Pierce.

El momento en que Hoagie se la pasa a Bob es atestiguado por Rebecca Crosby (Annabelle Wallis), reportera del Wall Street Journal que encuentra la historia fascinante y decide acompañarlos a lo largo de esta aventura.

Jerry sigue viviendo en su ciudad natal y hacía allí se dirigen los amigos con su juego. Tras delimitar el “campo de batalla” y declarar terreno neutral los preparativos de la boda y la ceremonia en sí (porque nadie quiere arruinarle el gran día a la novia), la brutal competencia se pone en marcha, pero las habilidades de Pierce dejan bastante claro que, esta, será una nueva victoria para el campeón.

“¡Te Atrapé!” recrea muchos de los grandes momentos vividos por estos amigos de carne y huego, pero también debe exagerar y, lamentablemente, caer en lugares comunes para que la historia tenga el atractivo necesario y así llamar la atención de una audiencia que ya lo vio (casi) todo. Tomsic suma momentos bizarros, violencia, desmadres y destrozos de todo tipo; también un grupo variopinto donde no falta ningún estereotipo humorístico (el fumón, el canchero, el familiero), y algunos chistes un tanto incómodos para los tiempos que corren.

Hablamos de tipos grandes que se comportan como chicos y, aunque parecen no tener ninguna responsabilidad en esta vida (o, al menos, las pueden dejar de lado para viajar de ciudad en ciudad jugando a la Mancha), este es el verdadero mensaje que esconde la historia real y la película: la estrecha relación de amistad que los une, no tiene tiempo ni lugar, y el hecho de no perder esa “inocencia” y las ganas de encontrarse a jugar a pesar de que los años los pasen por encima.

La moraleja está muy bien pero, acá, llega demasiado tarde y se pierde después de un montón de situaciones enredadas, planes fallidos, emboscadas y las destrezas superheroicas de Jerry (no hay chiste que valga) para no ser atrapado.

Este es un juego cargado de testosterona donde las mujeres ayudan y lo contemplan desde afuera, pero para que haya “igualdad”, Tomsic las pone a la altura de sus compañeros, demostrando que pueden jugar tan sucio como cualquiera de ellos. Así, la originalidad de la historia y su verdadero significado se diluye debajo de una montaña de clichés, chistes facilistas, mucha acción desenfrenada y el simple entretenimiento que no alcanza para destacarse en una industria dominada por franquicias, adaptaciones y superhéroes.

No hay caso, las comedias siguen sin encontrar el tono necesario para captar al público masivo y las buenas críticas. Los realizadores se empecinan en adaptar la fórmula adolescente a historias protagonizadas por adultos que terminan comportándose como chicos, como si los grandes no fuéramos capaces de generar momentos divertidos (acá, Mel Brooks, se no caga de risa).

¡Te Atrapé! se queda a mitad de camino y, a pesar del gran esfuerzo de Ed Helms, el verdadero héroe de esta historia, no se destaca del montón de comedias “sarpaditas” que nos llegan año a año. Tal vez, deberían concentrarse un poco más en el argumento y en los personajes, en vez de elaborar una seguidilla de situaciones desbordadas que buscan la risa fácil, pero no un verdadero impacto emocional que, a veces, resulta más eficaz y necesario.

LO MEJOR:

- Ed Helms está subvalorado.

- El mensaje de la historia original.

- Todo es juego y súper acción.

LO PEOR:

- Que ese mensaje se pierde.

- La mayoría de los chistes ya caducaron.