Jóvenes que hablan sin pasión y sin fuerza. Que no pueden tomar una decisión por si solos sin recurrir a una consulta por WhatsApp a otro que está tan perdido como ellos. Y, para colmo, se ponen a cantar a capela –a veces mejoran con la aparición de la guitarra– temas que podrían llegar a explicar algo de lo que pasa en este film que transcurre durante una sola noche de ronda en una Buenos Aires al parecer veraniega.
Francisco acaba de terminar con una novia (o ella de terminar con él) y tiene la noche por delante en soledad, ya que su hermano y amigos tiene sus propios planes. Se le ocurre entonces la idea de buscar a Paula, una chica de la que siempre gustó, según sus amigos. Pero, mientras intenta aparecer de lo mas relajado al proponerle verse por un mensaje de voz que termina anulando sistemáticamente, la “acecha” por Facebook tratando de ir hacia el boliche donde ella está etiquetada, entre otros lugares. Pero el camino hacia Paula no será tan fácil, habrá distracciones, llamados de emergencia, un partido de fútbol y otras sorpresas. Igual Francisco dirá constantemente que “está apurado”.
El director Lautaro García Candela, que realiza una pequeña aparición en su film, obtiene algunos momentos interesantes en la historia al insertar ciertas subtramas, como un guía que explica el origen del Colegio Nacional Buenos Aires u homenajes cinéfilos como el de Los guantes mágicos, entre otras, pero que no terminan de cuajar en una película que parece no definir cuál es la historia a contar. El apuntado tono de los diálogos entre los personajes parecía ser en principio un recurso buscado, pero se desmorona cuando dos mujeres aparecen hablando “normal”, como cualquier persona que va a comprar algo al kiosco.
Existe como yapa una critica solapada a estos tiempos políticos, ya que los amigos aparecen en un local partidario del Frente para la Victoria. ¿Será por ello que en cada comentario de la radio que se escucha en el auto –otro personaje de la película– aparecen cifras sobre la crisis, la nula reactivación económica y la inflación?