El renacer del cine de terror
Una chica está corriendo por las calles. Suponemos que escapa de alguien dada su cara de pánico. Un asesino, un “monstruo”, Jason, ¡algo tiene que perseguirla!, tal vez un ente paranormal, ¡ah, pero no!, eso último no, porque solamente sucede dentro de las casas. La cuestión es que la primera escena que nos regala la última película de David Robert Mitchell, Te sigue (It Follows), trata de lo que hablamos anteriormente. Una muchacha de un pequeño pueblo de Estados Unidos escapa de “algo” hasta que decide dejar de hacerlo, rendida y cansada de su condición decide entregarse a eso que la sigue, se despide de sus padres por celular, pantalla en negro y en la siguiente escena voila: la joven muerta en la playa de una manera un tanto brutal y hermosa para el cine de horror. Así comienza el film. A esta escena logro verla como un paralelismo con lo que ocurre en la industria del cine terror, la resignación de tener que adaptarse a un sistema ya establecido dentro del género y dejar morir las ideas revolucionarias de uno.
Qué dilema el hecho de ser director especializado en el cine de terror o incursionar en el mismo; me refiero a que ya es la inercia misma la que nos dicta que los entes paranormales solo te siguen dentro de una casa, los hombres lobos en el bosque y los asesinos seriales debajo de tu cama. Se formó como una esfera en donde todo está ya predeterminado de fábrica y los directores al momento de afrontar un proyecto cinematográfico de éste género se encuentran con que es poco el espacio que tienen para dejar su huella en la industria. Los amantes del cine de culto estamos cansados ya de la típica película de terror en la cual nos presenta la historia de una familia disfuncional la cual se muda a una casa en medio de un pueblo muerto en el Oeste de EEUU y que dentro de la misma viva un ente paranormal que les hace la vida difícil hasta que resulta que uno de sus hijos es la clave para vencerlo o simplemente escapan. Este argumento lo sabemos de memoria y nos enoja mucho que de despilfarre plata en cosas tan monótonas. Pero la moda así lo dicta.
Rescato Te sigue de toda esta camada de la nueva década porque Mitchel entendió todo. No sólo entendió el concepto, sino que también dejó su marca y revirtió el argumento de lo que podría ser una película más. El secreto del éxito de una película de terror está en la fabricación de una atmósfera totalmente innovadora para el espectador, una atmósfera en la que no se sienta habitué y la que ya sabe cuál será la resolución del relato. En esta ocasión, no sabemos siquiera quién o qué es lo que nos espanta.
Jay es una chica de 18 años que tiene su primer encuentro sexual con su novio en la parte trasera de su auto. Acto seguido y luego de un poco de palabrerías, el chico precede a dormirla con cloroformo y en la siguiente escena aparece atada en una silla: acá es cuando viene lo interesante. Algo comenzará a seguir a Jay a lo largo de todo el relato. ¿Qué es? No lo sabemos con certeza, pero es “algo” que no nos gustaría saber qué pasaría si nos atrapara. La cuestión es que esta “maldición” o ente perseguidor se transmite mediante el acto sexual, y la única forma de desligarte de él es teniendo sexo con otra persona, siempre y cuando no lo maten a él, porque si no volverá a seguirte a vos. ¿Qué es lo más morboso? No es raído, tampoco corre, no tiene una forma definida, simplemente camina hacia vos. Tomando muchas formas de muchas personas. Nunca podrías darte cuenta de que es “eso” porque nunca repite su forma, solamente te vas a dar cuenta porque camina hacia vos lentamente. Espeluznante.
A lo largo de toda la película Jay intentará escapar y también seguir la cadena para que dejen de perseguirla y eso la vuelve más que interesante, finalmente disfrutamos un argumento que no transcurre todo dentro de una casa o que no se trata de un enmascarado al mejor estilo plagio de Halloween. Creo que esta apuesta del director trasciende claramente del cine de horror este año y es más que digna de ir a disfrutarla en el cine por varias razones. La más importante según mi criterio: las escenas musicalizadas. La musicalización de esta película no solo es atrapante, sino que también roza la perfección de a momentos, entintando escenas significativas como las de escapes o las de Jay reflexionando acerca de su presente. No abusa de los sonidos-sorpresa tampoco lo cual ya es digno de un aplauso.
Tal vez este sea el comienzo de un nuevo estilo del cine de género, esperamos también por más películas de David Robert Mitchel quien hasta ahora solamente contaba con un antecedente: The Myth of the American Sleepover de 2010. Te sigue merece ser vista en cine y no me van a leer muchas veces invitándote a ver películas de terror al cine.