Sexo que cura y mata
Retomando la estética y homenajeando al mejor cine del género slashers adolescentes de los años 80, como "Halloween" y "Pesadilla", "Te sigue" consigue dar una ingeniosa vuelta de tuerca a una historia donde el sexo es un problema pero también la solución.
Tomando prestados elementos narrativos y estilísticos de clásicos del terror como La noche de Halloween -John Carpenter, 1978-, Pesadilla en Elm Street -Wes Craven, 1984-, entre otros, Te sigue recupera la dimensión moral de aquellos films de culto y juega con los tópicos del género, evitando el montaje clásico y construyendo un relato con una atmósfera casi onírica tan intrigante como aterradora.
En una ciudad con suburbios que parecen deshabitados y donde los adultos casi no aparecen, una joven que tiene su debut sexual con su misterioso novio se convierte en eslabón de una maldición -de la que nunca llegamos a conocer los orígenes- por la cual sufrirá el acoso de una misteriosa entidad a la que sólo ella puede ver y que puede tomar la forma de cualquiera, incluyendo un ser querido, que aparece con total naturalidad cuando menos lo esperas y que si la alcanza la mata. Maldición que parece funcionar como una enfermedad de transmisión sexual y de la que solo podrá librarse teniendo relaciones con otro.
El maravilloso y complejo plano secuencia inicial donde la joven es perseguida por la calle por algo que no vemos y que termina con un plano violento, marca el comienzo a un relato que juega con lo desconocido, utilizando el plano general y la profundidad de campo como instrumento para provocar inquietud -A lo lejos, lo que vemos avanzar hacia el personaje puede o no ser una amenaza de muerte-, una estética que toma elementos muy cotidianos y lo malsano de su ambiente, iluminación natural mínima y una banda sonora conformada a base música electrónica y sintetizadores, propias de los clásicos de John Carpenter, que inquieta e incomoda.
Casi atemporal, la ausencia de elementos tecnológicos como Internet o teléfonos móviles que la puedan asociar a la actualidad es casi completa, Te sigue no oculta en ningún momento su carácter referencial a los clásicos slashers de los 80. El barrio en donde se desarrolla la acción -Halloween -, el sexo, tan castigado por serial killers como Jason Voorhes de Viernes 13, y el grupo de amigos de la protagonista, junto al miedo a dormir y quedar indefenso ante el ataque de la fuerza maligna -Pesadilla-, son algunos de los elementos coincidentes.
Pero conforme se van desvelando los detalles de la trama, Te sigue se las ingenia para darle un tratamiento mucho más poético a las relaciones sentimentales que se establecen entre los personajes y retomar, casi a manera de homenaje, aquellos mensajes a una generación en el que la promiscuidad era condenada al infierno.
Una protagonista aparentemente vulnerable pero siempre intensa y fuerte, muy bien interpretada por Maika Monroe, la ausencia de bellezas descerebradas y musculosos inservibles -habituales del terror adolescente-, la impactante escena de la playa o el clímax final en la piscina cubierta, son algunos de los hallazgos de Te sigue, cuyo crescendo narrativo mantiene al espectador pegado a la butaca, intriga y sorprende.