Miedo en los Suburbios
Te sigue (estreno de esta semana) se construye básicamente como una leyenda urbana. Un grupo de adolescentes de los suburbios en ruinas de Detroit (donde también vivía el vampiro de Only Lovers Left Alive de Jarmusch) sufren la persecución de una entidad que puede tomar la figura de fcualquier ser conocido o desconocido, vivo o muerto y se trasmite o se pega a uno a través del sexo, la única forma de evitar que te siga persiguiendo y te mate es pasarla a otro de la misma manera que fuera contraída. Jay con sus 19 años sufre esa persecución y tratará de evitar su muerte con la ayuda de sus amigos, con un final abierto y tierno que recuerda a la bellísima Dejame entrar (2009) del sueco Tomas Alfredson (la escena de la pileta también parece tener esta inspiración).
La película de David Robert Michell apela a una narrativa sobria y con un tempo propio, el mismo que tiene esa entidad que persigue a los personajes, sin prisa pero sin pausa, lo que la transforma en una película clásica sin necesidad de mares de sangre ni de una carnicería. Se sostiene sobre dos grandes hitos del Terror Teen, una es Halloween (1978) de John Carpenter y la otras son del recientemente fallecido Wes Craven como Pesadilla en Elmer Street (1984) donde el famoso Fredy Krueger se carga a cuanto adolescente puede y Scream (2004) que de una manera sutil parodiaba todos los cliches del genero.
Eso se mueve
Para el viejo Hollywood, lo que daba miedo venía de afuera, tanto del espacio extraterrestre como de lugares remotos y exóticos como la isla de King Kong o la lejana y temida Transilvania de Drácula o desde algún lugar del cosmos en El enigma de otro mundo junto a toda la saga de invasiones, el lugar marcaba el contexto del cual había nacido aún cuando cuando el lugar fuera un “no lugar” como el mundo de los zombis y Frankestein, la muerte estaba cada vez más lejos.
Como si el mal estuviera en movimiento, se transporta de la ciudad al suburbio, en un movimiento de afuera hacia adentro, como en Invasión The Body Snatcher (1956) de Don Siegel porque el mundo ya no era el mismo, las mencionadas Haloween y Pesadilla…, además de Belleza Americana y varias más o series como Amas de casa desesperadas , Walking Dead, Breaking Bad, The Leftovers y las dos temporadas de True detective, todas se desarrollan en los suburbios como si después del 11S la ficción evitara las ciudades, como lugares sin esperanza donde solo Cloverfield y las Godzillas volverán a la heridas abiertas por el atentado a las torres gemelas, el género nunca respeta los lugares sagrados.
En nuestros pagos también la ciudad parece no ser el mejor lugar para espantar, sino observar el cine de Trapero y más que nada su último film El Clan, donde se confunden suburbios residenciales con suburbios marginales y empobrecidos pero ambos siniestros.
La ciudad y el suburbio se vacían de héroes, como si todos estuvieran muertos o presentes en los múltiples frentes de combate que tiene el imperio en el mundo entero, frente a ese otro “mal” definidos por intereses económicos y geopolíticos. Aún con exponentes como Sthepen King (“It” y su última “Mercedes” ambos en las “afueras”), el terror del suburbio abreva en el comic más que en la literatura, las caretas de Scream o el mismo Fredy Krueger (basado en “Plastic Man” de la editorial DC Comics) son villanos de papel, el mal se parodia así mismo.
En el suburbio solo quedan ingenuos y cobardes que son con quien se enfrentan a ese mal que por la retaguardia y en forma invisible no nos deja en paz como en Te sigue. Quizás una película como Mummy, del talentoso Xavier Dolan, sea la síntesis de lo que anda mal en el suburbio: ya nadie cumple su rol , ni papá puede hacer de Héroe ni mamá nos pueda proteger con lo que un hijo se transforma en un paria que deambula como zombi, sin destino y sin alma por lugares vacantes de sentido.