El cine de terror está en decadencia. Pocas son las películas que realmente muestran algo de terror, más allá de usar los mismos recursos trillados una y otra vez, además de ver las mismas historias en pantalla con diferentes títulos: El exorcismo de (Inserte nombre favorito aquí), Apariciones, El Fantasma de, demonios,.. y un largo etc. de nuevas historias que sirven para atraer adolescentes en pareja, pero que pocas veces logran por lo menos recuperar su inversión.
Por ello, encontrar una película como It Follows, dirigida por David Robert Mitchell (El Mito de la Adolescencia), resulta grato, especialmente cuando le hicieron poca propaganda y está pasando con éxito el efecto de su recomendación de boca en boca.
Jay y sus amigos son como cualquier adolescente americano: fiestas, diversión, viajes y sexo son cosa de todos los días. Sin embargo, un día, cuando tiene sexo con su chico, se descubrirá perseguida por un ente sin rostro, hasta que consiga pasar el efecto a otra persona por medio del sexo.
La historia, aunque parezca sin sentido, logra mantener al espectador en vilo sin necesidad de mostrar criaturas extrañas, espíritus del más allá o cualquier otro tipo de monstruo. Al estilo de Cloverfield, durante toda la película sólo vemos vistazos de aquello a lo que temen, pero nunca sabemos
realmente su orígen, intenciones o metas. Solo entramos en el juego y con eso es más que suficiente para lograr el terror, el nerviosismo y las buenas notas que muchos críticos le han dado. Probablemente no se vuelva un clásico, ni tampoco sea la mejor película de terror de la historia, pero en medio de tanta mediocridad, el espectador agradece que aún existan cineastas que se preocupen por hacer cine de calidad antes que pensar en su bolsillo y en el de los productores.