La primera media hora de Ted 2 es fantástica, antes que el atractivo del film se desvanezca por completo y descubras que se trata de una secuela hecha sin ganas.
La química entre Mark Wahlberg y el oso resulta el principal gancho del argumento, pese a que esta vez la experiencia no llega a ser tan satisfactoria coma la película original.
La continuación terminó siendo una producción densa debida a la sádica duración de 115 minutos y el humor de MacFarlane que decayó por completo.
Una vez más queda claro que sin sus adorados penes y el semen, que aparentemente es una de las grandes obsesiones de su vida, el comediante no puede escribir una historia decente.
En esta ocasión en lugar de construir un argumento que pudiera estar a la altura del film original, su labor se limitó a brindar un collage de situaciones humorísticas que parecen salidas del outlet de la serie Family Guy.
Daría la impresión que escribió este guión con material que desechó del dibujo animado.
Ted 2 tiene sus momentos divertidos pero la película no termina de funcionar debido a que el oso dejó de ser la principal atracción.
El personaje es simplemente un vehículo para que MacFarlane te taladre la cabeza con sus chistes idiotas que apuntan a burlarse de la farándula de Hollywood y otras temáticas relacionadas con la cultura popular.
En algunas ocasiones, cuando el director deja por un segundo la escatología y su obsesión por los penes, surgen algunos momentos graciosos. Por ejemplo, las referencias a las películas de Rocky o las escenas en la Comic Con de San Diego, son realmente muy divertidas.
Lamentablemente se tratan de momentos efímeros dentro de un film que resulta demasiado largo para la historia que ofrece.
El problema con MacFarlane es que hace un esfuerzo descomunal por tratar de destacarse como un comediante políticamente incorrecto y termina siendo previsible y muy poco original.
Los fanáticos de este sujeto disentirán por completo con este comentario y probablemente disfutarán más esta película. En mi caso me costó bastante.
Hubo un tiempo en que me enganchaban los trabajos de Seth MacFarlane, pero películas como esta demuestran que es un artista mucho más limitado de lo que parecía.
Si te gusta el director, Ted 2 de última puede servir para entretenerse un rato pero dificilmente quede en el recuerdo como la original.