[REVIEW] Ted Bundy: Durmiendo con el asesino.
El director Joe Berlinger, especialista en documentales y experto en la figura de Ted Bundy a través de la reconocida serie documental de Netflix, “Conversations with a Killer: The Ted Bundy Tapes”, nos propone este interesante retrato protagonizado por un más que convincente Zac Efron.
Últimamente está de moda adaptar todo tipo de material sobre personajes de la vida real, en especial a los criminales, ya que estos esconden complejas historias donde la realidad termina superando a la ficción. La figura de Ted Bundy no es la excepción, ya que representa uno de los asesinos seriales más peligrosos y despiadados de la historia de Estados Unidos.
El homicida confesó 30 asesinatos de mujeres, entre los cuales hubo violaciones, pero las autoridades piensan que el número puede ascender a cifras más grandes. Es por ello que la historia del sujeto en cuestión fue llevada en numerosas oportunidades tanto a la pantalla grande como a la televisión. Esta obra en particular, titulada “Extremely Wicked, Shockingly Evil, And Vile” (en su idioma original) adapta el libro “The Phantom Prince: My Life with Ted Bundy” de Elizabeth Kendall, quien fue novia del psicópata durante sus años de estudiante.
Lo interesante de este largometraje radica justamente en que la narración toma el punto de vista de Liz (interpretada por una cautivante Lily Collins), donde constantemente se establece una duda sobre la veracidad de los hechos sobre los que se acusa a Ted (Zac Efron). Lo cierto es que si bien por momentos el relato toma una postura omnisciente donde se muestra como lo detienen numerosas veces a Bundy y demás; se prioriza esa mirada ingenua, comprensiva y negadora de Liz, ciega a los numerosos y terribles crímenes que iba cometiendo paralelamente el asesino. Un hecho destacable del director y del guion de la cinta tienen que ver con que justamente este punto de vista hace que el mismo espectador dude y se vea cautivado en cierta forma por el carisma y la inteligencia del perverso personaje de Zac Efron, lo que hace que el clímax del film sea mucho más crudo y poderoso cuando se termine de confirmar todo lo que el espectador ya sabía incluso antes de ver la película.
Muchos dirán que el retrato del asesino puede ser un poco manipulador o incluso que está edulcorado pero lo cierto es que apela por mostrar su vida privada y la mirada que tenía su novia en el momento en que no era consciente de la monstruosidad de los actos de la persona con la que convivía. Es por ello que en el final vemos algunos momentos que se nos presentan al principio del metraje donde la perspectiva y el conocimiento hacen que cambie totalmente la sensación y el sentido de lo que vemos. Todo esto gracias a una maravillosa composición de Zac Efron, que logra una de las interpretaciones más destacadas de su carrera, llena de sutilezas que van desde lo carismático hasta la profunda perturbación. Acompañan muy bien Lily Collins, una irreconocible Kaya Scodelario (Crawl), un siempre estupendo John Malkovich y un medido pero eficaz Haley Joel Osment (The Sixth Sense).
A su vez, el director le imprime al relato un tensión magnífica en la reconstrucción de los hechos que muestran el ir y venir del personaje principal por los diferentes arrestos, prisiones y el posterior juicio que terminó siendo televisado a nivel nacional dándole un lugar destacado en los medios de comunicación.
Quizás el mayor pecado de la película sea el no mostrar sus verdaderos colores un poco antes en el relato para evitar una confusión sobre la figura del asesino pero lo cierto es que al no hacerlo hacen que el final sea mucho más eficaz y escalofriante.
“Ted Bundy: Durmiendo con el asesino” es un film más que correcto que se beneficia de una gran interpretación de Zac Efron y de una lograda dirección de Joe Berlinger que muestra su conocimiento del campo criminal y judicial pero a su vez humanizando y mostrando la vida privada del monstruo detrás de la sonrisa. Una película con un guion y una estructura interesante que suma puntos por su inquietante trasfondo real.