El extraño caso del Sr. Bundy
“Extremadamente cruel, malvado y perverso”. De esa forma, describió un policía a Theodore “Ted” Bundy, el asesino serial que durante 1974 y 1997 secuestró, abusó sexualmente y asesinó a por lo menos 36 mujeres.
“Extremadamente cruel, malvado y perverso” (Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vilek), también es el título original de la película dirigida por Joe Berlinger y producida por Netflix, que cuenta la historia de este terrible criminal desde el punto de vista de su novia. Berlinger, quien también dirigió el documental de Netflix Conversaciones con asesinos: Las cintas de Ted Bundy, tiene una larga trayectoria en este terreno, destacándose Paradise Lost: the Child Murders at Robin Hood Hills(1996), Some Kind of Monster (2004), o Whitey (2014).
Bundy se transformó en una figura icónica de la cultura americana. A pesar de sus crímenes, muchas mujeres decían estar enamoradas de él, lo que dejó al descubierto la compleja relación con la violencia que mantiene esa sociedad. Para interpretar a ese personaje carismático, manipulador y macabro el elegido fue la ex estrella Disney Zac Efron. El actor interpreta a la perfección a ese Jekyll y Hyde que es Bundy. Esa ambigüedad extrema entre el encantamiento y la perversión se refleja en pequeños gestos: una mirada, una sonrisa. El propio Efron reconoció que el papel “puso a prueba su salud mental”.
Muchas son las películas y documentales que se dedicaron a Bundy, pero en este caso la novedad es contar la historia desde la mirada de su pareja, quien en un primer momento negaba lo que se decía de él, hasta que tuvo que aceptar los hechos debido a las pruebas irrefutables. El director parece preguntarse cuáles son los límites del amor, cuando la persona amada es un monstruo. Bundy era un encantador de serpientes, un seductor y manipulador, por lo que no sólo su pareja caía rendida a sus pies.
Otro aspecto interesante de esta película, es el interés de Bundy por los medios y la popularidad. Cuando ve las cámaras encendidas, se enciende, sonríe y seduce. Su juicio, que fue el primero televisado, se transformó en un fenómeno televisivo, y el propio asesino lo transformó en un espectáculo al defenderse a sí mismo a pesar de que no era abogado. Una de las mayores virtudes de Ted Bundy: Durmiendo con el asesino (Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vilek, 2018) es que logra mostrar ciertos aspectos humanos de uno de los asesinos seriales más crueles de los Estados Unidos, sin humanizar ni edulcorar su terrible historia en un atrapante y efectivo thriller.