Netflix produjo "Extremely Wicked, Shockingly Evil, and Vile", ficción basada en hechos reales para complementar y potenciar el documental sobre las cintas de Ted Bundy, el asesino serial más importante de la historia de los Estados Unidos.
A partir de esta semana, entonces, podremos acceder a un drama biográfico sólido, dirigido por el debutante Joe Berlinger (un productor ejecutivo que viene de la TV), que nos trae a dos figuras populares en los roles principales (Zac Efron y Lili Collins) y una historia, que no deja de llamar aún hoy, la atención.
Cuando hablamos de Ted Bundy, hablamos no sólo de un vicioso criminal. Sádico y perverso. También hablamos de un sujeto encantador, inteligente, sutil y audaz. Capaz de manipular y desorientar a las autoridades, víctimas y gente del medio en que se encontraba, en múltiples ocasiones, todas con total desparpajo y cinismo. Esta película viene a poner en relieve, todas esas características.
Y para ello se eligió a Zac Efron, un encanto de pibe que muestra que es un gran actor. Siempre digo que lo que Efron no tiene es capacidad para leer que proyecto le conviene seguir, pero condiciones posee de sobra (un poco como Robert Pattinson, pero el cantante no acertó casi ninguno hasta ahora).
Y aquí, despliega toda su capacidad histriónica para dar vida al legendario asesino: sólo le falta cantar y hacer coreos, pero todo lo demás, lo pone al servicio de potenciar su personaje. La historia nos presenta la breve e íntima relación de Bundy con su novia oficial (Liz), en la piel de la dúctil Lili Collins. Accedemos a su primer encuentro y los momentos posteriores, donde Bundy se muestra paternal con la hija de Liz y nada hace suponer su perfil monstruoso que saldrá a la luz en tiempo y forma.
Bundy está mal pero lo increíble es que logra vivir casi 6 años en pareja, portándose como un sujeto normal.
Efron decide encarar su rol con todas sus herramientas de seducción y deja claro sobre que aspecto Berlinger quiere dejar su marca: no hay mucho de los terribles asesinatos de Ted, pero sí un prolijo y hasta divertido derrotero que muestra como Bundy logra escaparse de la ley, miente, miente y hasta se transforma en un gran suceso mediático, hacia el final de la cinta.
El aporte principal de la cinta, me parece, es mostrar cuan poderoso puede ser un engaño, cuando quien lo comete es dueño de una presencia seductora y carismática.
La elección del director, de no mostrar casi nada de los crímenes, abona la construcción de una fabulación que encubre la verdadera naturaleza del perfil asesino. Es en busca de potenciar efectos, pero como opción, no me convenció.
"Ted Bundy: durmiendo con el asesino" es una película laboriosa e intensa, que nos permite ver a un Efron renovado, acompañado por la siempre dulce y eficiente Lily Collins. No es para tomarsela muy lineal en algunos tramos (aunque hay documentación que sustenta la mayor parte de la película), pero está bien, entretiene y... en cierta manera, aterroriza.