Ted

Crítica de Bernabé Quiroga - CiNerd

THE MACFARLANE SHOW

Solo a alguien tan hilarante e irreverente como Seth MacFarlane (creador de “Padre de Familia”, “American Dad” y “The Cleveland Show”) podía ocurrírsele algo como TED (2012). Su historia es una de las más raras, frescas y desquiciadas que hayan transitado la cartelera en los últimos meses, y el zarpadísimo sentido del humor que emplea tiene su sello en cada chiste. Y chistes hay muchos. Repetidamente y sin descanso, TED logra sacar sonrisas y carcajadas al no limitarse en cuanto a que tan loca, ofensiva, escatológica o políticamente incorrecta puede llegar a ser. Tal vez enfade a varios y tal vez divierta a muchos, pero de seguro maravillará a los fieles seguidores de la obra de MacFarlane, que aquí da un salto triunfal al cine con su primer film. No es una película perfecta, pero sí una muy original comedia para ver sin prejuicios, sin exigencias y, definitivamente, sin niños. Porque aunque es la historia de un oso de peluche que revive por el deseo de un pequeño solitario, también narra cómo, 27 años después, ambos siguen siendo tan inseparables como inmaduros.

Consiente o inconscientemente, el realizador volcó en TED todo lo amado y odiado de sus series animadas. Hay muchísimas referencias a la cultura pop norteamericana (algunas demasiado yankees, que los espectadores argentinos no sabrán disfrutar); varios cameos de celebridades (Ryan Reynolds, la cantante Norah Jones, Tom Skerritt, Sam J. Jones y Patrick “Profesor X/Capitán Picard” Stewart como el narrador); incontables chistes que muchos considerarían ofensivos o asquerosos; escenas de pelea 100% MacFarlane y un uso de flashbacks o momentos de alucinaciones que funcionan muy bien en “Padre de Familia”, pero que aquí desentonan con el formato cinematográfico. Sin embargo, lo que más caracteriza a TED como parte de la obra del mismo realizador es la relación de amistad entre un personaje fantástico y un hombre inmaduro (sí, al mejor estilo Peter-Brian o Stan-Roger). Esto no solo le da al film una elevada cuota de frescura que trasciende a lo bizarro, sino que permite contar una entrañable (pero para nada cursi) historia sobre mejores amigos (o Thunder Buddies for Life!) y, porque no, sobre el paso a la vida adulta.

Los geniales diálogos, los protagonistas y las descabelladas situaciones no fallan. Lo que falla es la estructura del film. TED puede ser verdaderamente única, pero si la analizamos en profundidad encontraremos que es un relato clásico predecible, con una dirección poco trabajada (que se evidencia en las escenas “de acción” del final) y personajes o sub-tramas algo débiles (ejemplo: el jefe de Lori o la bizarra historia del padre psicópata - interpretado magistralmente Giovanni Ribisi - y su hijo gordito). Pero en ese mismo análisis, seguramente nos encontraremos también con lo que esta película realmente es: una verdadera fiesta. Apoyada por eficientes efectos digitales que nunca ponen en duda el verosímil, y un graciosísimo trío protagonista (Mark Wahlberg, Mila Kunis y la voz de MacFarlane), TED es salvaje, ridícula y alocadamente divertida. Con grandes momentos de humor y un gran corazón, MacFarlane demuestra aquí que no hay nada más poderoso que la risa, la amistad y el deseo de un niño... excepto un helicóptero Apache, claro.