Hasta Justin Bieber, a su lado, parece de calidad
Este documental sigue explotando el fenómeno de la banda de música pop adolescente "Teen Angels", y nadie que no sea fan a muerte de estos chicos debería pensar ni en acercarse a la puerta del cine. Está claro que tiene miles de espectadores casi asegurados (no sólo son populares en la Argentina, sino en lugares como Israel, lo que está relacionado con el éxito en la exportación de algunos productos televisivos autóctonos).
El documental no deja de ser un producto correctamente hecho, pensado un poco a la medida del film sobre el cantante Justin Bieber "Never say Never", registro de un show en el Madison Square Garden, ya que "Teen Angels El Adios 3D" documenta el último show del grupo en el Gran Rex el año pasado.
Hay mucha histeria femenina, y seguramente las fans verán la película más de una vez y dormirán con el dvd debajo de la almohada cuando salga editado, y se sorprenderán favorablemente al verse gritando y llorando como locas estereoscópicamente. Hay buena puesta de luces, muchas cámaras bien dispuestas y un montaje vertiginoso típico del género, pero nada muy creativo o que llame la atención. Esto es algo entendible y en sincro con todas las variaciones de la más insulsa y desabrida música pop que interpreta esta banda artificial en su concepción y concreción. Se podria decir que, a su lado, Justin Bieber es Jim Morrison y los Jonas Brothers, los Rolling Stones.