Original y divertida comedia experimental en la que DIEGO RECALDE se convierte en un hombre orquesta al escribir, producir, dirigir e interpretar el filme.
Valiéndose de una estética más cercana al sitcom (y con muchas influencias del teatro stand up) que a la estética cinematográfica, el filme funciona además como una crítica al canibalismo de los medios y a los que lucran con el dolor ajeno (chamanes, brujos, parapsicologos, etc...)
El extenso metraje del filme, atenta contra la idea, que después de un par de actos termina sonando un tanto reiterativa.
Pese a esto, es saludable encontrarse con estrenos osados como esté en la cartelera nacional.