Para (los muchos) que desconozcan su origen, la “teoría de cuerdas” es una “hipótesis” de la física que asegura que las partículas materiales que forman “los objetos” tal y cual los conocemos son en verdad vibraciones de un objeto de estructura básica llamado cuerda. Sería que todo lo que vemos y palpamos proviene de una estructura simple de cuerdas expandida a través de vibraciones producidas por las mismas cuerdas ¿Se entiende?, bueno más o menos; pero de esta teorías proviene el título y la premisa (por decirlo de algún modo) de este film experimental que se estará proyectando todos los jueves de marzo en el Centro Cultural de la Cooperación en el único horario de 20:30hs.
"Teoría de cuerdas" es un proyecto – nunca mejor dicho – creado por Ernesto Baca que convocó a 11 directores (Clara Frías, Antonio González Mediondo, Luján Montes, Laura Focarazzo, Oscar Maio, Amado Casal, Luciana Foglio, Gabriel González Carreño, Juan Tancredi, Sergio Brauer, y Eugenia De Rossi) junto con el diseñador de sonido Esnaola Moro para realizar un film coral, de cierta manera episódico, con la propuesta de una banda sonora y un mineral para cada uno, y a partir de ahí plasmaran en imágenes lo que esos dos elementos le producían, claramente sin necesidad de una lógica estricta.
Volviendo al principio, la teoría física habla de una estructura básica que se transforma con las vibraciones. La premisa de este film intenta aplicar eso; elementos básicos, un sonido, una imagen, un mineral, que se transforman en otra cosa (lo que sea) a través de darle movimiento.
Estos once directores hacen uso de todos los recursos imaginables, se podrán ver imágenes en distintos formatos, desde filmaciones originales, hasta reconstrucción de otras filmaciones para darle un nuevo “sentido”, conjunción de imágenes fijas superpuestas, y otras saturadas o yuxtapuestas para causar una impresión.
Ante semejante propuesta, no es fácil dar una sola opinión, "Teoría de cuerdas" renuncia a lo narrativo, no hay un hilo a seguir, son once “cortos” individuales, de diferente estructura y textura, pero que extrañamente logran un todo homogéneo. No hay una historia a seguir, ni general ni fragmentada, ni lineal ni alternada, es pura expresión de imagen hecha movimiento.
Claramente no estamos ante un film para el público masivo, pero para quienes deseen contemplar una propuesta tan original, única, como arriesgada artísticamente no saldrán para nada disconformes. La sensación al haber abandonado la sala es la de haber visto algo que nunca antes se vio, tan interesante como subyugante, y extrañamente pese a no tener narración alguna logra atrapar al espectador.
Aquel público ávido de experiencias artísticas tiene una buena oportunidad para ver un proyecto que rara vez llegue a estrenarse en una sala. "Teoría de cuerdas" viene a demostrar que no hay una sola forma de hacer cine, de montar una película; y este film, por más ajena que parezca que la propuesta y por más dependiente que sea de otras ramas del arte, es cine puro, en una esencia nunca antes descubierta. Adelante los aventureros de nuevas sensaciones frente a una pantalla.