Al parecer existe una nueva moda en Hollywood de hacer un revival de aquellas franquicias que con el paso de secuelas (y la idea de hacer películas solo por hacerlas) han perdido toda la calidad que supieron tener en su origen. Esta nueva moda implica dejar en continuidad solo aquellas películas que tuvieron existo y continuar la historia desde allí obviando todas las demas. Pasó con Halloween y ahora pasa con Terminator, la saga creada por James Cameron y protagonizada en su mayoria por Arnold Schwarzenegger, que tras sus dos primeros exitos (consideradas como unas de las mejores películas de ciencia ficción) la siguieron tres secuelas más y una serie, una peor que la otra.
Terminator: Destino ocutlo viene a limpiar todo lo que salió despues de Terminator 2: El juicio final (1991), por lo cual debe considerarse como la tercera película, la cual marca el retorno Linda Hamilton como Sarah Connor y de Cameron (director de las primeras dos) esta vez como productor. En cambio, la silla de director es ocupada por Tim Miller (Deadpool).
Con Destino oculto estamos ante la tercera mejor película de la franquicia, pero aún muy lejos de sus antecesoras. Si bien es divertida y entretiene con muy buenas escenas de acción (Miller es especialsita en efectos especiales), la historia tiene bastantes altibajos y por momento la historia está tirada de los pelos.
La película arranca muy bien, con unos primeros cinco minutos que vienen a romper con todo, una desición que sorprenderá a varios pero también puede disgustar a muchos fanáticos. Luego de los sucesos de El juicio final, el futuro post apocalíptico nunca sucedió ya que Skynet nunca fue creada, pero como el destino es caprichoso, una nueva empresa llamada Legion tomara su rol en el futuro por lo cual mientras que los malos enviarán una nueva versión del Terminator para asesinar a quien será la lider de la rebelión, los buenos enviarán a un híbrido de humano y robot para intentar salvarlo.
Sin embargo, una vez que ya conocimos a los personajes y de que va la trama (con muchos puntos en contactos con las priemeras dos) la película entra en un bache del cual no sale hasta que aparece él: Arnold Schwarzenegger y a partir de allí la película nos da las escenas de acción que tanto queremos y que tan poco importa que el actor ya esté pasando lo 72 años.