Mujeres al borde de un ataque de cyborgs. Crítica de “Terminator: Destino Oculto” de Tim Allen
La irrupción de “The Terminator” en 1984 marcó un hito dentro del cine de acción y ciencia-ficción. La historia sobre un ciborg asesino (el T-800) que venía del futuro para matar a una mujer, Sarah Connor, quien sería la madre de un hombre que encabezaría la rebelión de los humanos contra el dominio de las máquinas en el futuro, no solo fue un simple lleno de efectos y suspenso. También marcó la aparición de una heroina que, junto a la célebre Ripley de la saga “Alien”, quedará en la memoria del cine para siempre.
El éxito de la misma hizo necesaria la aparición de una secuela, “Terminator 2: el Juicio Final”, la cual vió luz en el año 1991. Nuevamente el personaje de la heroina aparecía en acción, pero esta vez para defender la vida de su hijo John Connor, ya adolescente y volcado a la delincuencia, mientras ella se encontraba internada en un neuropsiquiátrico del que luego escapará. Esta última, a su vez, hizo escuela en el cine de acción por la espectacularidad de sus escenas y la magia de los efectos especiales.
Para los que éramos adolescentes, la saga nos quedó marcada a fuego. Pero toda esa magía construida por el binomio de películas dirigidas por James Cameron quedó desdibujada por las que precedieron (“Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas”, “Terminator: La Salvación” y “Terminator. Génesis”). Estas solo eran un compendio de divagues argumentales sin sentido con buenas escenas de acción y nada más, más allá de contar con reconocidos actores como Emilia Clarke y Cristian Bale. Todas contaban con la presencia de algún personaje femenino fuerte, pero ninguna pudo reemplazar al legendario personaje interpretado por Linda Hamilton. Su composición de una mujer que deberá luchar contra un hombre violento, sin sentimientos en la primera; a quien nadie cree sobre los hechos de violencia acontecidos y es encerrada en un neuropsiquiátrico en la segunda, la convirtieron en un referente importante dentro de los personajes femeninos del cine. Por eso la vuelta de Sarah Connor era la esperanza de un resurgimiento o, en su defecto, un cierre digno para la saga “Terminator”.
La historia nos sitúa apenás terminada la segunda película, Sarah Connor se encuentra descansando con su hijo John en unas paradisíacas playas del caribe. La tranquilidad que les da el saber que la rebelión de las máquinas no se podrá llevar a cabo por la destrucción de Skynet, se ve interrumpida por la aparición de un T-800 (interpretado nuevamente por Arnold Scharzenegger), que matará al joven hijo de Sarah. Esto provoca un giro de 180° grados en la historia y le abre el juego al director a desarrollar una nueva perspectiva a la saga.
Luego de la muerte de John, volvemos a 2019, en una ciudad de México, donde aparecen un híbrido, mezcla de ciborg y humano llamado Grace (interpretado por la ascendente Mackenzie Davis) y un nuevo terminator líquido que vendrá a matar a una joven méxicana, Daniela Ramos (a cargo de Natalia Reyes, a quien hace poco vimos en la maravillosa “Pájaros de Verano). Poco sabemos porque ella es la perseguida, pero la acción comienza al instante con una escena de persecución que rinde homenaje a “Terminator 2”.
Hasta ahí la misma temática que todas las anteriores películas de la saga, pero la pregunta es ¿Qué papel juega o jugará Sarah Connor en todo esto?. La heroina aparecerá para salvar a ambas, cuando estén al borde de la muerte a manos del ciborg líquido. Ella recibe mensajes encriptados de algún lugar que le avisan sobre la presencia de ciborgs que vienen del futuro. Ante la muerte de su hijo, su función en esta nueva vida es estar alerta a la llegada de los robots.
Debido a los hechos de Terminator 2 y teniendo en cuenta que Skynet no existe más, nos queda preguntarnos ¿Porqué mandaron a alguien del futuro para matar a la joven mexicana?. Resulta que esta vez no son robots los que se revelan, es una IA (Inteligencia Artificial) que se apoderará de todos los recursos, controlará las máquinas para que persigan a los humanos pero a la vez provocará una guerra de pobres contra pobres por los pocos recursos que quedan, lo que hará imposible una rebelión de los humanos. Hasta que aparecerá Dani Ramos con un discurso de unión de fuerzas que propiciará la rebelión de los humanos. Esta vez no es un hombre quien encabezará la revolución, será una mujer y son dos mujeres quienes deberán proteger a la joven revolucionaria de las garras del ciborg líquido asesino.
Con las tres mujeres como protagonistas principal, queda solo saber como será la aparición de Arnold Shwarzenegger como el T-800. La realidad es que su rol queda en un segundo plano, y su aparición se da pasada más de la mitad de la película. Será quien le envíe mensajes a Sarah, a través de una conexión que no queda muy clara. El ciborg vive en el medio del campo, con una mujer, con quien estableció un vínculo de pareja y padrastro. Ahora se dedica a colocar cortinas (muy graciosa la la escena donde explica que elegir para decorar la habitación de un hijo), adaptándose a vivir entre humanos de manera familiar. A pesar de resultar un elemento clave en la batalla final y brindar algunos momentos de humor, el protagonismo del mítico personaje de la saga queda opacado por la aparición de Sarah y de Grace.
“Terminator. Destino oculto” no está a la altura de las primeras 2 (le falta más acción y la lucha final no tiene la emoción necesaria), pero es ampliamente mejor que las otras tres películas de la saga. También se disfruta por la vuelta de Linda Hamilton en un digno y merecido homenaje a una de las grandes heroínas del cine de los 80. Tiene un mensaje claro que se adapta al contexto actual: El apocalipsis no será generado por una matanza de las máquinas de la raza humana, sino que se generará por una lucha de pobres contra pobres por sobrevivir (cualquier semejanza con la actualidad es mera coincidencia). Y esta vez no será un hombre la esperanza para la humanidad; será una mujer la que encabezará la revolución y se logrará gracias a la unión de las fuerzas femeninas, que harán todo por salvarla del ataque del cyborg asesino.
Puntaje: 75/100.