Si una película quiere jactarse de inteligente, primero debe generar las herramientas narrativas que le permitan comunicar sus ideas a la platea. Caso contrario, lo que tenemos es un tren desbocado que ha perdido a los vagones atestados de pasajeros por el camino. Ese era un problema serio que tenía Primer, la cual es una película de ciencia ficción realmente briillante (era un innovador enfoque sobre viajes en el tiempo) pero cometía el grave pecado de ser soberbia y explicar con cuentagotas qué era lo que realmente pasaba. Todo el esquema de Primer se entiende después que uno terminó de ver la película, sacó una hoja y un lapiz, comenzó a armar esquemas de cómo cacso funcionaba la dichosa máquina del tiempo, y se tomó la molestia de revisionar por segunda vez la cinta. A Terminator Genisys le pasa algo parecido, con el agravante de que se trata de una película de acción. La gente que va a ver la última de Schwarzenegger no viene con lápiz y papel para sacar cálculos en el cine sino que quiere piñas, patadas, explosiones y una trama que se entienda. Es posible que el engendro temporal que el libreto plantea tenga su lógica (aunque a mí me parece que hay demasiadas cosas traídas de los pelos) pero, para el espectador común - y para el seguidor de la trama Terminator - va de lo abominable a lo indigerible. Es el momento en que el director pierde a su público y uno se sienta a contemplar el resto del espectáculo con completa indiferencia, sintiendo que toda esa historia se pasó tanto de rosca que se encuentra a miles de kilómetros por encima de su cabeza.
Desde hace años la saga Terminator se encuentra en crisis. Yo soy de los pocos defensores de Terminator 3: Rise of the Machines - a mi juicio, la última película de la franquicia que realmente vale la pena -, la cual aún mantenía las características genéticas de la saga creada por James Cameron; pero después del filme de Jonathan Mostow, nadie tuvo la más minima idea de cómo proseguir con la serie sin la presencia de Arnold Schwarzenegger. Terminator Salvation tuvo la valentía de ir un paso mas allá, de olvidarse de las interminables persecuciones / viajes en el tiempo para matar a la familia Connor (construyendo su propia historia en un futuro devastado por los robots) pero, por otra parte, se metió en un berenjenal propio al poner a otro tipo - el Terminator con alma humana que componía Sam Worthington - como protagonista. Al menos hasta ese entonces tenías 4 filmes de Terminator que eran lineales y se podían seguir, pero...
Es difícil determinar a quién le corresponde la culpa del desastre que resulta ser Terminator Genisys. ¿Es la obsesión de los productores por insertar con forceps a un envejecido Arnold Schwarzenegger como el robot de turno?. ¿Es la idea de hacer un reboot / secuela con ideas "bananas", como hizo J.J. Abrams con Star Trek, el Futuro Comienza - manoseando el pasado y metiendo nuevas versiones de personajes clásicos -?. Hay cosas realmente interesantes en Terminator Genisys - el robot enviado a proteger Sarah Connor a la temprana edad de 9 años; John Connor infectado por un virus que lo transforma en un Terminator que conserva su memoria humana; la idea de revisitar escenas de Terminator 1 y 2 pero con otros protagonistas / significados (Sarah Connor salvando a Kyle Reese; el conocimiento anticipado de que deben "procrear" para dar a luz a John Connor, etc) -, lástima que la historia implosiona a los 40 minutos de comenzado el filme porque Alan Taylor es incapaz de manejar una explicación creible para la generación de múltiples lineas temporales. Lo de Kyle Reese Begins - que él conocía desde chico que debía atacar Genisys en el 2017 - es algo tremendamente traido de los pelos; nadie explica quién fue el que mandó al primer Terminator a la infancia de Sarah Connor, y de dónde diántres sale Genisys (cuando Terminator 3 indicaba que Skynet era un sistema operativo de procedencia militar, cuando aquí figura que es una especie de Android asesino, desperdigado por todos los dispositivos informáticos del planeta, y presto para saltarle a la yugular de la humanidad ni bien quede on line). Por si fuera poco Emilia Clarke se ve demasiado adolescente y enana, a miles de años luz de la aguerrida Linda Hamilton de Terminator 2; la Clarke le pone actitud pero le falta físico, y ni siquiera tiene demasiada quimica con Jai Courtney, un flaco que tiene la desgracia de aparecer en franquicias moribundas como para terminar de matarlas - Die Hard 5, Divergente -. Lo que se dice, un yeta total.
Si uno se despega del bodrio argumental de los viajes en el tiempo, Terminator Genisys resulta una película pasable, si bien indiferente. Arnold reaparece y tiene su cuota de latiguillos y momentos de gloria, pero parece demasiado relegado a ser un secundario en su propia franquicia. Arnie es la cereza del postre, lástima que éste no está bien condimentado y resulta mas soso que lo habitual. No hay una secuencia de acción mínimamente memorable en Terminator Genisys, ni siquiera un villano con presencia amenazante y, cuando el filme recrea escenas clásicas de Terminator 1 y 2, nos hace añorar el talento que James Cameron tenía cuando regenteaba la saga.
Es dificil recomendar algo que resulta insatisfactorio. Quizás sea el momento de jubilar definitivamente a la saga, ya que pasaron demasiados años desde la última entrega y, si la espera solo ha servidor para madurar algo tan entreverado como ésto, mas vale dedíquense a rodar otras historias. Terminator Genisys es una pálida sombra de una franquicia memorable, y mas vale no continuar insultando su memoria.
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