Película promocionada como “la gente se enferma en la sala”, es en realidad una humorada desaforada y sangrienta con no pocos momentos surreales donde un payaso grotesco asesina gente de las maneras más espantosas (y literales) posibles.
Hay algo sobrenatural, y queda por saber si la habilidad para combinar el grotesco que asusta con el que da risa es un accidente o hay en Damian Leone un autor aprendiendo (a lo bestia) los rudimentos del cine.