Justicia de los muertos
La furia y la idea de fuera de control atraviesa "Terror 5". Detrás de los cinco episodios que narran los hermanos Sebastián y Federico Rotstein en su ópera prima aparece una reflexión sobre la violencia proveniente de distintos lugares como la política, el bullying , la educación y el machismo. En todos los casos, más allá de apelar al gore descarnado o al suspenso, el guión sugiere que esa violencia puede engendrar víctimas, pero también más violencia, al tiempo que deja un interrogante sobre el rol de la Justicia y las leyes y los medios de comunicación.
El filme comienza con una tragedia y la vigilia de los familiares de las víctimas por el veredicto de culpabilidad o inocencia de los acusados, las máximas autoridades de la ciudad, por su responsabilidad en el colapso de un edificio que causó quince muertes. Y continúa con distintos episodios: el colegio, según el guión de Sebastián Rotstein, también puede engendrar más frustración que satisfacción, y un grupo de alumnos se lo hace pagar a algunos profesores; el bullying, un tramo que se asocia al cine snuff, y el machismo. En esta película de apariencia fragmentaria, todo sucede en una noche, en la que los demonios se desatan y los muertos salen a pedir justicia.